Las comidas típicas no pueden faltar además de repartir colaciones, fruta de temporada y ponche navideño
Lo tradicional en una posada es agasajar a los peregrinos; después de todo es un día de fiesta y las comidas típicas no puede faltar. Pero además de las colaciones (pequeños dulces confitados) para los niños, entran en escena platillos como los siguientes:
Tamales. No hay mejor platillo para comer en una posada navideña que los tamales. La tradición navideña no podría estar completa sin este platillo tradicional de la cocina mexicana. Se pueden servir rojos, verdes, de rajas con queso o de dulce.
Pozole. Con este frío, se antoja algo calientito y rico. El pozole, sin duda, es una de las mejores elecciones para comer en una posada.
Tostadas. Cuando hay muchos invitados y pocos recursos, las tostadas pueden ser un salvavidas. Comer en una posada navideña puede llegar a ser algo costoso y para aminorar el gasto, una opción deliciosa son las tostadas de tinga, bistec, pollo, atún, etc.
Salga de la rutina con otros platillos igual de deliciosos
Si está pensando en cambiar o variar los platillos entre una posada y otra, puede intentar estas opciones:
Empanadas rellenas. Las empanadas rellenas con carne o cualquier otro guiso mantienen la esencia navideña y le dan un toque diferente que se apega a lo tradicional.
Pambazos. Los pambazos, además de poder prepararse de muchísimas maneras, son una opción deliciosa, fácil de hacer y muy rendidora.
Flautas. Uno de los platillos más infravalorados en la cocina latinoamericana es también una de las mejores opciones. Las flautas de pollo o carne deshebrada de res son una de esas comidas que funcionan bien en casi cualquier escenario.
Enchiladas. Las clásicas enchiladas son siempre bienvenidas. Las puede preparar de pollo, res o queso, bañadas en salsa verde, roja o hasta de mole.
Y de bebidas, ¿qué se acostumbra servir?
Una deliciosa bebida es una de las cosas más importantes en la comida para las posadas. Disfrute de estas imperdibles opciones:
Ponche. La bebida típica por excelencia de las posadas es el ponche navideño. Tiene un sabor único que reanima a cualquiera, gracias a las frutas de temporada que lleva como las guayabas, los tejocotes, las cañas y el tamarindo. Se sirve caliente y se le puede añadir, en el caso de los adultos, de un chorrito de piquete (por ejemplo ron o brandy).
Atole. Nada mejor para calentar el cuerpo en una noche fría que un rico atole. Hay de diferentes sabores como chocolate, fresa, vainilla y más. Esta bebida se sirve calientita en un jarrito de barro.
Champurrado. Si hay algo que pueda competir codo a codo con el atole en la mejor bebida para la época de frío es el champurrado. Es el acompañante perfecto de un tamalito. EC