Las guías de nutrición recomiendan que los niños entre cuatro y ocho años tomen 800 miligramos (mg) de calcio al día. Es decir, unas dos porciones del grupo de alimentos lácteos. Un vaso de leche de 8 onzas tiene unos 300 mg de calcio, de modo que unos pocos vasos ayudan considerablemente a obtener la cantidad de calcio que se necesita por día. Piense en cómo incorporar leche y otros derivados en sus comidas y meriendas, mantenga alimentos altos en calcio en su hogar y póngalos en la mesa durante las comidas y meriendas.
Cantidad de calcio en los alimentos
Las etiquetas de los alimentos indican cuánto calcio contiene una porción. Fíjese en el porcentaje del valor diario (DV – Daily Value) que se encuentra al lado de la cifra de calcio en la etiqueta de los alimentos. La leche desnatada y baja en grasas, y los productos lácteos como el queso y yogurt también son excelentes fuentes de calcio. Además de contener mucho calcio, la leche y los productos lácteos proveen otros elementos para el desarrollo de huesos fuertes como: el fósforo, magnesio y extra vitamina D agregada a la leche.
Visitas al dentista
Si bien el consumo de la cantidad diaria de leche recomendada podría ayudar a prevenir las caries, esto no sustituye la visita al dentista. La Academia Estadounidense de Pediatría y la Academia Estadounidense de Odontología Pediátrica recomiendan que todos los niños reciban un examen bucal cuando les salgan los primeros dientes, lo cual sucede alrededor de los 6 meses, y que establezcan un cuidado dental de rutina a los 12 meses.
Información proporcionada por la Junta de Procesadores de Leche
de California y la Asociación Dental de California.