El silencio de los niños

Según las estadísticas, uno de cada 500 niños que nace en Estados Unidos padece de autismo, por lo que los expertos recomiendan estar informados por lo que pueda pasar.

El autismo es una incapacidad relativa al desarrollo mental que suele aparecer durante los tres primeros años de vida. Es resultado de un trastorno neurológico que afecta el funcionamiento del cerebro; el autismo y sus comportamientos asociados pueden ocurrir en 1 de cada 150 individuos. El autismo es cuatro veces más frecuente en los niños que en las niñas y no conoce fronteras raciales, étnicas y sociales. El ingreso económico, el modo de vida y el nivel educativo de la familia no influyen en la posibilidad de que la enfermedad se desarrolle.

El autismo impacta al desarrollo normal del cerebro en áreas relacionadas con la interacción social y las habilidades comunicativas. Los niños y adultos con autismo suelen tener deficiencias en la comunicación tanto verbal como no verbal, en las interacciones sociales y en las actividades de ocio y juego. Este trastorno les dificulta comunicarse con otros y convertirse en miembros independientes de la comunidad. Pueden exhibir movimientos repetitivos del cuerpo, respuestas inusuales a la gente o apego a objetos y resistencia a cualquier cambio de rutina. En algunos casos, muestran agresividad y/o un comportamiento con tendencia a hacerse daño a sí mismos.

Se estima que actualmente cerca de 1,500,000 personas en los Estados Unidos sufren de alguna variedad de autismo. Esta tasa de incidencia lo ubica como la tercera incapacidad más común de desarrollo-después del Síndrome de Down.

La realización de un diagnóstico adecuado es difícil para el médico practicante con limitado entrenamiento o exposición al autismo. A primera vista, la persona con autismo pareciera tener cierto retraso mental, una incapacidad de aprendizaje o problemas de audición. Sin embargo, es importante distinguir el autismo de otras condiciones, ya que un diagnóstico preciso puede proporcionar la base para construir programas apropiados de educación y tratamiento.
 
La clave: saber educar
Al igual que cualquier otra persona, los niños con autismo son individuos con sus fortalezas y debilidades únicas. Los individuos con autismo pueden tener un coeficiente intelectual con un nivel alto, promedio o incluso bajo. Los objetivos académicos necesitan ser diseñados para satisfacer la capacidad intelectual y el nivel de funcionamiento de cada individuo.

Sea cual sea el nivel de discapacidad, el programa educativo para un individuo con autismo debería basarse en las necesidades únicas de la persona y debería ser documentado en el Programa de Educación Individualizada (Individualized Education Program (IEP)).

Si este es el primer intento por parte de los padres y el sistema educativo para desarrollar un plan de estudios, un buen comienzo es realizar una evaluación completa de las necesidades (comprehensive needs assessment). Consulte a los profesionales especializados en el autismo para determinar los mejores métodos educativos y así sacar provecho de los beneficios del programa.

Si usted es padre de familia, recuerde que puede participar activamente en el proceso del Plan Educativo Individualizado y compartir información valiosa con los profesores de su hijo. ¿Qué quiere que su hijo aprenda académicamente? ¿Qué tipo de habilidades funcionales quisiera que desarrolle? ¿Qué es lo que ha demostrado tener éxito en la motivación de su hijo? La rutinas observadas en casa constituyen información importante para los profesores. No se olvide de que usted es el profesor de su hijo para toda la vida. No desestime sus propias habilidades.

Síntomas principales

Los individuos con autismo generalmente muestran por lo menos la mitad de las características señaladas en la lista que se encuentra abajo. Los síntomas pueden oscilar de leves a graves y varían en intensidad:
—Dificultad para relacionarse con otros niños
—Resistencia a cambios de rutina
—Risa y sonrisa inapropiadas
—Ningún temor real a los peligros
—Poco o ningún contacto visual
—Insensible a métodos normales de enseñanza
—Práctica de juegos raros de forma interrumpida
—Aparente insensibilidad al dolor
—Ecolalia (repetición de palabras y frases en vez de un lenguaje normal)
—Preferencia por la soledad
—Puede no querer abrazos de cariño o puede arrimarse cariñosamente
—Tendencia a hacer girar los objetos
—Demasiada o poca actividad física que se manifiesta en lo extremo
—Rabietas: exhibe angustia sin ninguna razón aparente
—No responde a indicaciones verbales; actúa como si fuera sordo
—Apego inapropiado a objetos
—Habilidades y actividades motoras desiguales
—Dificultad en expresar sus sentimientos; emplea gestos o señala a los objetos en lugar de usar palabras.
 
Información cortesía de:
https://www.autism-society.org/
Teléfono: 301.657.0881 ó 1.800.3AUTISM (1.800.328.8476)

 

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