Medidas desesperadas para llegar al Mundial

Miguel “Piojo” Herrera se suma a la fila de técnicos que se sientan en ese barril de pólvora llamado selección nacional

Pepe Penales. Los Angeles | 18 de octubre de 2013

Los dueños del fútbol en México están desesperados por llegar al Mundial y apelan a cualquier locura no para salvar el pellejo, sino el bolsillo. Alrededor de mil millones de dólares perdidos si el Tri no va al Mundial. Entonces, todo se vale. A la fregada la ética y la sensatez. Hay que vestir al América de verde para ir sobre seguro.

Vucetich con todo y sus títulos es el último chivo expiatorio de la peor versión de un equipo sin alma, sin combatividad, sin dirección. Dos partidos y a volar. ¡El que sigue!

Otra joya de los directivos es que pidieron “prestado” al “Piojo” Herrera solo para encarar estos dos partidos. ¿Y luego? De seguro ya estarán preparando sus maquiavélicas y calenturientas mentes para botarlo de una patada si no cumple su cometido.

“Ya nada me sorprende”, dijo Vuce en una entrevista a ESPN, antes de que se hiciera oficial su salida del Tri. Claro, los que pagan los platos rotos son los que están en la cancha, los de pantalón largo siguen agarrados de su puesto chupando de lo que genera este gran negocio llamado selección nacional.

Las voces no se han dejado de escuchar. Como siempre con dos bandos discutiendo que la medida era necesaria, por un lado, y por el otro que se ha cometido otra locura. Pero, ¿alguien se ha preocupado por hablar un poco de Nueva Zelanda? ¿Todavía se piensa que el equipo mexicano la tiene fácil ante los Kiwis? Los blancos pueden ser toscos y rudimentarios, pero son fuertes y grandes, justo lo que le hace daño a los aztecas.

El 13 de noviembre en Ciudad de México y se paga la visita el 20 en Wellington. Ya uno ni sabe si dar al Tri como favorito. Ya se ha hecho tantas veces con terribles resultados.

Mientras tanto “Ajo y agua” (a joderse y aguantarse), como dice Hugo Sánchez, para soportar tanto despropósito. ¿Qué otra le queda al aficionado? Pero no hay que hacerle al cuento. Si la “nueva” selección gana y convence todo lo demás se olvida. Todo se vale con tal de llegar al Mundial. Y otra vez volverán a sentirse los mejores o, si pierden, los peores del mundo. Nada nuevo bajo el sol. EC

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