Habrá limpia en el cuadro tapatío, pero no todos se van, Benjamín Galindo tendrá otra oportunidad para enderezar el barco
Pepe Penales. Los Angeles | 3 de mayo de 2013
El 31 de marzo se definió el derrotero de las Chivas Rayadas del Guadalajara. La derrota en el clásico ante el América fue como un tobogán rumbo al fracaso. Cinco derrotas de forma consecutiva (hasta el momento) y adiós a la liguilla. Lo último que se vio del chiverío fue patético: sin alma, sin vida y sin corazón.
Los refuerzos no funcionaron, a excepción de Rafa Márquez Lugo. Esto, aunado a las lesiones, dejaron el equipo indefenso y desorientado durante gran parte de la temporada. Fue mucho paquete para los jóvenes que entraron al quite.
Benjamín Galindo tendrá otra oportunidad para enderezar el barco, pero muchos jugadores no tendrán la misma suerte. Se habla de que saldrán Héctor Reynoso, Luis Pérez, Sergio “Cherokee” Pérez, Adrián Cortés y hasta el propio Luis Michel. Otros jugarían condicionados, como el “Chatón” Enríquez y Marco Fabián.
Pero el problema también radica en los jugadores que llegarán. Suenan los nombres de tres defensas, Néstor Vidrio del Pachuca, Israel Jiménez de Tigres y Rafael Figueroa de Santos.
Si se va Reynoso, necesitan un defensa central que lleve la voz cantante. Perales y Alvarez todavía no están para tomar las riendas. En la media el “Chatón” y Marco Fabián necesitan regularidad, y que llegue alguien más que pueda echarse el equipo al hombro cuando se necesite. Adelante, ni Fierro ni el “Cubo” pudieron ser el mejor aliado de Márquez Lugo. Parece que la directiva le tiene fe a Sabah, quien seguirá en la plantilla. El “Chuletita” podría ser una opción.
Dennis te Klose tiene la gran responsabilidad de levantar al equipo. Jorge Vergara no se ha metido tanto en la gestión del holandés, si no, él y Galindo ya estuvieran en las filas de los desempleados.
El Rebaño terminó hecho un desastre. Todos tienen su parte de culpa, empezando por el dueño del equipo. El rumor de la puesta en venta del equipo tuvo sus repercusiones. El patrón ya no encuentra tan divertido ser la cara de una institución como la del Guadalajara, pero mientras le llegan al precio tendrá que soltar billete para reforzar al primer cuadro. No queda de otra, el legendario Chivas ya tocó fondo. EC
