Hagamos un viaje en el tiempo para ver cómo se celebraba esta temporada en los barrios populares de Ciudad de México
El Domingo de Ramos marcaba el inicio de la Semana Mayor. Las familias adornaban con palmas entrelazadas o sencillas las puertas de sus casas para recordar la entrada de Jesús a Jerusalén. Era el comienzo de ocho días de ritos, misas y abstinencias, pero también de celebraciones y de las esperadas vacaciones, y un posible viaje si tenías para costearlo.
En las colonias populares de Ciudad de México de los años 70 el ambiente era una mezcla de religiosismo, descanso y diversión. Muchos esperaban el fin de semana para salir de viaje de la ciudad rumbo al puerto de Acapulco. Era como una visita obligada para la clase trabajadora. La fanesca es un platillo ecuatoriano de origen prehispánico hecho con granos y pescado secoFanesca ecuatoriana, una receta de Semana Santa
Algunos se preparaban para ir al oriente de la ciudad y ver la Pasión de Cristo en Iztapalapa, un evento conocido en varias partes del mundo. Pero no hacía falta ir tan lejos, muchos barrios de la ciudad y pueblos de provincia celebraban sus propias procesiones y representaciones del viacrucis, mucho más modestas por supuesto. Disfrute este recorrido por los carnavales más famosos que se celebran en Latinoamérica, Estados Unidos, España e ItaliaUn recorrido por los mejores carnavales del mundo
El Domingo de Pascua había que ir a la iglesia. La resurreción de Jesús lo ameritaba. También habían ferias y festivales con música y comida que ponían fin al periodo de ayuno y oración. Lo malo era que al otro día había que levantarse temprano para regresar a la escuela o el trabajo. La Semana Santa había terminado. EC
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