El Instituto Cervantes da el salto a Hollywood

La Reina Letizia inaugura el Instituto Cervantes, un centro que aspira a llegarle a los casi cinco millones de hispanos que viven en Los Angeles

“Todo tarda, pero todo llega”, decía el escritor madrileño Luisgé Martín pocos minutos antes de que la Reina Letizia descubriera la placa inaugural. Los Angeles, la segunda ciudad en importancia de un país con 41 millones de hispanohablantes, tendrá por fin un centro del Instituto Cervantes, una sede “tan esperada como necesaria” que pretende ser una “gran plaza de encuentro del mundo hispano”.

Tanto Martín, director del centro angelino, como Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, son conscientes de la necesidad que existía de estar en esta parte del mundo. El dicho de que en esta urbe casi todo el mundo habla español no está muy alejado de la realidad. El 49,1% de los casi 10 millones de habitantes del condado más poblado del país son hispanos, según datos del Censo de EEUU, y un alto porcentaje habla español a diario. Se escucha en patios de colegios, en cocinas de restaurantes de Beverly Hills, en talleres mecánicos, en las proliferantes canchas de fútbol por toda la ciudad.

La biblioteca llevará el nombre de Pedro Almodóvar

Y no son solo los inmigrantes nacidos del otro lado de la frontera. La sensación de boom del idioma castellano en Estados Unidos es más que palpable con catalizadores como el fenómeno del reguetón —con Bad Bunny y Rosalía como máximos exponentes—, y el creciente interés de segundas y terceras generaciones de latinos estadounidenses de acercarse a la raíz y al idioma de sus padres. Si en la década de los 70 y los 80 era algo de lo que avergonzarse, sinónimo de ciudadanos de segunda, hoy hablar español se considera una ventaja incuestionable en la primera potencia mundial. “Ser bilingüe es una riqueza, una maravilla”, decía García Montero. “En España estamos acostumbrados a soportar las tonterías de los catalanes que no quieren que se hable el castellano en Cataluña y a los españoles que ofenden al catalán”.

Luisgé Martín y Luis García Montero
El escritor madrileño Luisgé Martín, a la izquierda, con Luis García Montero, director del Instituto Cervantes.

Dos serán los pilares de la ambiciosa agenda de Martín. El vínculo con el cine, por un lado. La biblioteca llevará el nombre de Pedro Almodóvar, que ya tiene una sala dedicada a su obra en el museo de la Academia de Hollywood. Martín confía en que el director viaje a Los Angeles el año que viene para su inauguración y que la sala de cine de la planta baja sirva para darle mayor exposición al cine español. El edificio, situado a espaldas de los estudios Universal y a cinco minutos de Warner Brothers y de Disney, es propiedad de Santiago Pozo, productor de cine y empresario riojano.

Grandes personalidades se dieron cita en el evento

La otra gran apuesta será establecer puentes con la comunidad mexicana y centroamericana, mayoría en Los Angeles. De los 4,8 millones de hispanos en la urbe, el 73% son de origen mexicano, el 9,6% salvadoreño y el 6% guatemalteco. García Montero dejó claro que el papel del Cervantes no será de “centro de autoridad lingüístico” sino de “respeto a la diversidad”, con Los Angeles “como punto de referencia fundamental” a la hora de mirar hacia el futuro.

Además de la Reina Letizia, la inauguración contó con la presencia del embajador de España en Estados Unidos, Santiago Cabanas, el director de la Filarmónica de Los Angeles, Gustavo Dudamel, y actores mexicanos como Eugenio Derbez y Kate del Castillo, una forma de manifestar esa unidad entre hispanos que reivindica García Montero contra “las corrientes racistas y el clasismo que han tratado de convertir al español en una lengua de pobres”. Es todo lo contrario. EC

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