Una campaña advierte al público de otros riesgos adicionales, como la tos crónica, el mal aliento y hasta la pérdida de los dientes
El cáncer de pulmón y el enfisema pulmonar son dos de las principales enfermedades que se adquieren por fumar, pero no son los únicos riesgos del tabaquismo.
El consumo de cigarrillo sigue siendo la causa principal de muertes prevenibles en Estados Unidos. Fumar mata a más de 480 mil personas en este país cada año. La única solución para evitar los riesgos del cigarrillo es no fumar.
“De algo tiene que morirse uno”, esa es una expresión popular entre fumadores. Pero lo que tal vez no piensan es en el gran dolor que antecede al final.
Las consecuencias del hábito de fumar son muchas: la famosa tos del fumador, el aliento a cenicero, la pérdida de los dientes causada por las enfermedades de las encías y el cáncer.
Los efectos del cigarrillo en el organismo son inmediatos y el dolor, a la postre, es real, y eso es lo que busca reflejar la última campaña de Los Centros de Control de Enfermedades.
En un videoclip realizado para la campaña, una mujer de nombre Felicita habla para mostrar cómo es vivir sin dientes y cómo es saber que deberá vivir así hasta su último día. “A través de los años, el cigarrillo fue consumiendo mis encías, fue consumiendo los huesos de mis dientes y nunca me di cuenta”, dice esta mujer que empezó a fumar a la edad de 13 años.
El mensaje es claro, debemos hacer lo que esté a nuestro alcance para que nuestros hijos y los jóvenes a nuestro alrededor se mantengan alejados de este vicio y los riegos del cigarrillo.
Y si, de algo tendremos que morir, pero no es lo mismo morir satisfechos y tranquilos tras una sana vejez, que morir en medio del dolor y el sufrimiento, atados a un tanque de oxígeno, sin tráquea, sin voz o sin lengua por los estragos de la enfermedad.
Existe ayuda, pero recuerde siempre su mejor opción es usted mismo; usted puede decidir que su calidad de vida, su futuro y su vida valen mucho más que un efímero y engañoso momento de placer.