Los beneficios del ajo son innumerables y han sido determinados después de cuidadosos estudios científicos, y se pueden resumir en 7 muy importantes para nuestra salud:
• Reduce el colesterol y la presión arterial.
• Combate algunos tipos de hongos, bacterias y virus.
• Actúa como antibiótico y desinfectante
• Purifica la sangre y previene la coagulación en los vasos sanguíneos.
• Disminuye los niveles de azúcar en la sangre.
• Contribuye al buen estado de la piel por su alto contenido de vitaminas A, B y C.
• Ayuda en la cura de enfermedades respiratorias como la tos, garganta irritada, asma y angina.
Cómo aprovechar del ajo
Ingerir uno o dos dientes de ajo diariamente puede otorgarnos importantes beneficios de salud. Y para controlar el mal olor podemos tomar zumo de limón, una cucharada de miel o masticar hojas frescas de perejil, menta o apio luego de ingerirlo, (aunque el olor no va a eliminarse por completo).
Tomar ajo en cápsulas, en una dosis de 600 a 900 mg. diarios para conseguir efectos terapéuticos.
Cocer una cabeza (6 o más dientes) de ajo en un litro de agua por cinco minutos, para tomar esta agua durante el día.
Macerar en vinagre, machacando varios dientes de ajo y dejándolos reposar en el vinagre por un mínimo de 12 horas. Tomar de este jarabe tres cucharaditas al día.
Cocinar a fuego lento 8 dientes de ajo, una cebolla colorada, tres zanahorias y una cuchara de aceite de oliva, por un lapso mínimo de 10 minutos. Deje reposar y luego ponga en la licuadora para obtener una salsa que puede acompañar con la carne o algún otro alimento.
Hacer un emplasto triturando un diente de ajo y tapándolo con gasa o algodón, para aplicarlo sobre una herida, renovándolo dos veces al día.
El ajo ejerce efectos positivos sobre numerosos órganos de nuestro cuerpo y sobre varios aspectos de nuestra fisiología. Son más los beneficios que sus efectos nocivos, por lo tanto podemos buscar la manera de aprovechar de las múltiples propiedades terapéuticas de este producto natural.
