¿Qué es la Diabetes?
La diabetes es un desorden del metabolismo que se produce debido a que el páncreas no produce o produce muy poca cantidad de la insulina que el cuerpo humano necesita. La insulina es una hormona que constituye el factor más importante en este proceso.
Su misión es transformar en energía los azúcares contenidos en los alimentos que ingerimos, cuando falla origina un aumento excesivo de la azúcar contenida en la sangre. En las personas con diabetes uno de los componentes falla, produciéndose lo que se ha clasificado como diabetes Tipo I y Tipo II.
1) Tipo I: El páncreas no produce insulina debido a un desorden del sistema inmunológico. También se le conoce como diabetes juvenil porque normalmente comienza durante la infancia –aunque puede ocurrir en adultos. Como el cuerpo no produce insulina, las personas con diabetes Tipo I deben inyectarse insulina para poder vivir. Menos del 10% de los afectados por la diabetes padecen este tipo.
2) Tipo II: Las células del cuerpo no responden a la insulina que se produce, o la insulina que se produce naturalmente no es suficiente para las necesidades del cuerpo. Principalmente ocurre en personas mayores de 40 años.
Controle su Diabetes
Hasta la fecha no existe una cura para la diabetes, por lo que la mejor manera de controlar esa enfermedad es mantener los niveles de glucosa en la sangre lo más cercano a los normales. Para ello debe llevar una dieta balanceada evitando el exceso de grasa que se encuentran en las salsas, mantequilla, embutidos, etc.; ingerir alimentos ricos en fibra y elevando a cinco porciones o más la ingesta de vegetales y frutas frescas; entre otros. Así mismo debe hacer ejercicios, mantener un peso saludable, tomar los medicamentos prescritos y obtener información sobre la enfermedad que padece.
Terapia de Oxígeno Hiperbárica
Además de estos cuidados y de las medicinas que le recetan, las personas que padecen diabetes cuentan con la novedosa terapia de oxígeno hiperbárica. Además de no ser invasiva, estimula la creación de nuevos vasos sanguíneos, reduce la acumulación de líquidos en las extremidades inferiores, incrementa la entrada de oxígeno a los tejidos del cuerpo y es eficaz en la lucha contra cierta clase de infecciones.
