Las albóndigas, utilizadas en un sinfín de recetas en todo el mundo, provienen de los árabes. De hecho, el nombre original es al-bunduqa, cuya traducción literal significa “la bola”.
Este bocadillo de la época romana hizo un largo recorrido hasta América. Las recetas son incontables y los métodos de preparación se han adaptado desde Argentina hasta Estados Unidos.
El origen e historia de las albóndigas
Aunque se desconoce el lugar específico donde nacieron las albóndigas, se sabe que, en algún punto los árabes le enseñaron el método de preparación a los españoles de Andalucía.
Es aquí donde el platillo adopta el nombre en castellano de albóndigas y el término al-bunduqa deja de utilizarse.
Las albóndigas comenzaron a popularizarse en el resto de Europa y empiezan a explotarse las recetas con bolitas de carne. Todavía es tiempo para una parrillada en el jardín preparando estas sabrosas brochetas con verduras asadas
Brochetas de albóndigas de cordero y verduras a la parrilla
Las albóndigas en América y Estados Unidos
Con la conquista española, muchas cosas cambiaron en el nuevo continente. La gastronomía fue una de ellas.
Las albóndigas llegaron a México y de ahí al resto de América. Con el paso del tiempo, cada país o región ha adoptado su propio método de preparación.
Gastronomía multicultural
Por tratarse de un país multicultural, Estados Unidos alberga cientos de recetas de diferentes países.
Uno de los platillos más populares que conocemos con albóndigas es cuando se sirven con espagueti.
Este plato de la cocina italo-estadounidense es mundialmente conocido y es uno de los métodos de preparación más famosos para las albóndigas.
Albóndigas a través de la historia
Los primeros registros históricos de las albóndigas datan del siglo I. El primer gastrónomo, Marco Gavio Apicio, tiene una receta para la preparación de este platillo en su texto: “De re coquinaria”.
Allí, explica que se trata de platillos con carne de pollo, vaca, pavo real, conejo, cerdo que se mezclan con pan y especias para darle la forma circular.
Otras referencias aparecen en el transcurso de la historia moderna con métodos de preparación que varían desde acompañar con caldo o con guarnición como arroz y frijoles.
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