La menopausia puede afectar el corazón

Una experta de Mayo Clinic advierte a las mujeres sobre las enfermedades del corazón de las que deben cuidarse al llegar a la menopausia

Además de los cambios que las mujeres podrían experimentar con la llegada de la menopausia, existe un riesgo que deben tener en cuenta: el aumento del riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas.

De acuerdo a la Dra. Carolyn Landolfo, cardióloga de Mayo Clinic, el riesgo de estas enfermedades se acelera en esta etapa.

¿De cuáles enfermedades cardíacas deben mantenerse alertas las mujeres?

La enfermedad cardiaca más común es la enfermedad de las arterias coronarias. Esta afección implica la acumulación dentro de las arterias de colesterol, calcio y otras células. Existen muchas afecciones que afectan la electricidad cardiaca y que pueden provocar la sensación de latidos irregulares: el corazón puede latir muy rápido, muy lento o fuera de ritmo. Además de estos problemas, las válvulas del corazón pueden presentar fuga o permanecer cerradas y, a menudo, necesitan ser reemplazadas. Todas estas afecciones y otras más pueden afectar a la mujer.

¿Es cierto que las mujeres mayores de 50 años tienen más riesgo de sufrir enfermedades cardiacas?

A pesar de que todas las mujeres tienen riesgo de presentar enfermedades del corazón, éstas son más comunes durante la menopausia que a otras edades, porque es cuando se acelera el riesgo. Las mujeres más jóvenes, especialmente las diabéticas y las fumadoras, también tienen riesgo de desarrollar enfermedad coronaria antes de empezar la menopausia.

¿Cómo afecta la menopausia al corazón?

Según nos acercamos a la menopausia, sabemos que los niveles de estrógeno se reducen y que el riesgo de enfermedad cardiaca aumenta. Durante la menopausia, los factores de riesgo, como la presión alta y el nivel alto de colesterol LDL, tienden a empeorar. Todo esto va cambiando según envejecemos y por ello, las mujeres debemos prestar atención a los síntomas.

Las mujeres deben mantenerse informadas sobre los exámenes existentes. Cuando una mujer no presenta síntomas, probablemente no necesita una prueba de estrés, por ejemplo; pero, si tiene un historial familiar fuerte, o si uno o más de los factores de riesgo es predominante, entonces probablemente se le ofrezca una variedad de pruebas. EC

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