Pepe Penales. Los Angeles | 14 de diciembre de 2012
Tiene 33 años y un gran millaje recorrido. Experiencia le sobra a Rafael Márquez Alvarez. Las piernas tal vez no, pero no está acabado, todavía tiene los arrestos para darle a la zaga del León, su nuevo equipo, el liderazgo que necesita para encarar con solidez el torneo de liga y la Copa Libertadores.
El de Zamora, Michoacán, fue dado de baja del Red Bulls de Nueva York donde jugó durante 2 años. Antes, el internacional mexicano había vivido sus mejores años con el Barcelona español, donde se vistió de blaugrana durante 7 temporadas. Con el culé ganó valor y respeto, así como títulos y trofeos. Es el único mexicano que ha conquistado la Champions (2005 y 2009).
El zaguero central ha sido un baluarte con su selección, con la que disputó tres mundiales y cuatro Copas América. Ahora, con el retiro a la vista decidió quemar sus últimos cartuchos en su patria. No con su querido Atlas, de donde salió a los 20 años para jugar con el Mónaco de Francia, sino con el recién ascendido cuadro de los Panzas Verdes.
De acuerdo a la directiva del conjunto cuerero, se pretende que Rafa juegue dos temporadas o más y que después considere un puesto a nivel directivo, un objetivo que ha estado en la mente de Márquez desde hace tiempo.
Dicen que su nivel ha ido en declive, que en México encontrará un nivel muy por encima de la MLS, que le pesarán los años. Pero Márquez aun conserva la visión de juego, la experiencia y el toque privilegiado para competir en la liga mexicana. Además, llega a un equipo equilibrado con jugadores que le quitarán de encima gran parte de la responsabilidad.
Ha cumplido otro ciclo. No tan venturoso como sus anteriores periplos, pero con un contrato que le vino bien en la parte económica y que lo mantuvo en actividad. Con el mundial brasileño a la vista, Rafa sueña con volver a vestirse de verde, por eso la propuesta de León le vino como anillo al dedo. Si lo que quiere es mostrarse ante el “Chepo” de la Torre, esta pudiera ser su última oportunidad. EC
