Pepe Penales. Los Angeles | 9 de marzo de 2012
El estadio Caliente hierve de rojo y negro cada vez que saltan a la cancha los perros de casa. No les va tan bien como cuando salen de visita, pero eso no impide que la afición fronteriza grite y empuje con todo en las tribunas.
Hacía falta tener fútbol de primera en Tijuana y los que también lo agradecen son los miles de mexicanos radicados de este lado de la línea que ahora pueden ver a sus equipos sin tener que viajar tan lejos.
Los Xoloitzcuintles están ganando popularidad. Con la fuerte inversión del Grupo Caliente, abanderados por el presidente del club Jorgealberto Hank Insunza, se quieren quedar en primera de forma permanente.
Les costó trabajo en su primer temporada en la división de los pesados. No salieron de los lugares del fondo y se tuvieron que hacer cambios, y el primer sacrificado fue el técnico que los llevó al máximo circuito, Joaquín del Olmo. En su lugar llegó el “Turco” Antonio Mohamed, un viejo conocido del fútbol mexicano.
El arranque de este nuevo torneo ha sido alentador, antes de su partido con el América estaban en quinto lugar de la tabla con lo que ya atisban la liguilla y dejan atrás el problema del descenso.
El trabajo serio y bien pensado en la institución rojinegra ha dado prontos resultados. Eso se nota en la clase de jugadores que conforman el plantel, la mayoría con experiencia y con buenos antecedentes. Cirilo Saucedo, Fernando Arce, Javier Gandolfi, Egidio Arévalo, Edgar “El Gringo” Castillo, Leandro Augusto y José Sand, son parte de la jauría.
La visión de los que manejan el club va más allá del primer equipo. El proyecto canino se está extendiendo a las fuerzas inferiores para darle la oportunidad a los niños tijuanenses y de otras zonas fronterizas, a formarse con los colores rojo y negro.
La Escuela Infantil Rojinegra, en la zona de Tijuana, ya tiene a más de 500 pequeños inscritos y hay planes para abrir academias en ciudades como Ensenada, Rosarito Mexicali y hacer lo mismo en Temecula, California. La semana pasada ya inauguraron una sucursal en la ciudad de Chula Vista.
Ahí la llevan los perros, que luego de ser apaleados la temporada pasada, ahora muerden y ladran con fuerza abriéndose camino hacia la liguilla. EC
