Hay jugadores que se quedaron con las ganas de actuar en el máximo escenario del fútbol mundial, alejados del mismo por diferentes circunstancias. Una lesión, un desacuerdo con el técnico, o simplemente por no entrar en los planes del seleccionador. En fin, lo cierto es que todos ellos verán el Mundial por televisión o en el mejor de los casos desde las tribunas.
El contingente europeo lo conforman el sueco Zlatan Ibrahimovic, los ingleses David Beckham y Michael Owen, los checos Peter Cech y Tomas Rosicky, el búlgaro Dimitar Berbatov, el ruso Andrei Arshavin, el irlandés Robbie Keane, el ucraniano Andriy Shevchenko, los italianos Alessandro Nesta y Francesco Totti, el español Bojan Krkic, el noruego John Carew, el rumano Cristian Chivu y el holandés Ruud Van Nistelrooy.
En lo que respecta a Centro y Sudamérica brillarán por su ausencia los brasileños Ronaldinho y Adriano, el paraguayo Salvador Cabañas, el hondureño Carlos Costly, los argentinos Juan Román Riquelme y Javier Zanetti, y los mexicanos Sinha y Pável Pardo.
En África la selección de Mali no calificó, pese a contar en sus filas con cuatro grandes estrellas que son figuras en Europa: Frederic Kanouté (Sevilla), Seydou Keita (Barcelona), Momo Sissoko (Juventus) y Mahmadou Diarrá (Real Madrid).
Lo más desalentador para muchos de los que no estarán es que su salida se haya dado a sólo días de iniciar el Mundial, casi siempre por una lesión en un duelo de preparación o hasta en los entrenamientos de su equipo o, como en el caso del mexicano Jonathan Dos Santos, por ser el último en ser borrado de la lista de los elegidos.
A esta negra lista se unieron de último momento el portugués Nani, el marfileño Didier Drogba (quien tiene remotas posibilidades de ver acción), el inglés Rio Ferdinand, el alemán Michael Ballack y el ghanés Michael Essien. Eso es tener muy ‘mala pata’.
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