Pepe Penales. Los Angeles | 26 de agosto de 2011
“Los técnicos son hijos de los resultados”. La frase refleja la tensa realidad que viven los que dirigen desde el banquillo, una sentencia que se aplica con rigor a los protagonistas del fútbol mexicano.
Con la llegada de los torneos cortos llegó también la impaciencia. Parece que ya es regla que la fecha 4 sea fatídica y determinante para los entrenadores.
En el Apertura 2011 José Luis Sánchez Solá fue el primer despedido. El verbo y entusiasmo que caracterizan al “Chelís” no ayudaron a que los Estudiantes Tecos levantaran el vuelo.
Una fecha después le tocó el turno al uruguayo Gustavo Matosas, corrido por la directiva de Querétaro no tanto por los resultados, sino que dicen por diferencias con su presidente, el señor Ulises Zurita.
A punto de arrancar la fecha 7 varios técnicos ven como el agua les llega al cuello. Uno de ellos es Carlos Reinoso, que no ha podido convencer con su labor al frente de las Aguilas del América. En medio de dimes y diretes dentro del mismo nido, parece que el chileno ya siente pasos en la azotea.
En Morelia, Tomás Boy no da una con sus Monarcas. El equipo aparece en el penúltimo lugar de la tabla con apenas 3 puntos conseguidos. En igual situación está Miguel Herrera. El “Piojo” tiene al Atlante al fondo de la tabla con un triunfo y cuatro derrotas. Rubén Omar Romano sufre también, sus Rojinegros no salen del bache y el fantasma del descenso ronda sobre el equipo del Paradero.
Efraín Flores con Pachuca, Ignacio Ambriz con San Luis y Joaquín del Olmo con Tijuana tampoco están en un lecho de rosas. Su empleo está siendo vigilado muy de cerca y si no llegan los puntos, a preparar maletas.
¿Injusto? Depende del cristal con se mire. A algunos se les concede todo lo que piden: presupuesto, jugadores, auxiliares, etc., y el equipo nomás no camina. En cambio, hay otros que con muy poco presentan un plan de trabajo que llega a cuajar y se van asentando en su puesto… claro, mientras sigan sumando.
¿Quién será el próximo en irse? Los resultados lo dirán. EC
