Los tres equipos mexicanos en la copa Libertadores de este año han pagado derecho de piso. Igual que sus antecesores, han tenido que viajar miles de kilómetros para jugar con cuadros cancheros que aprovechan cualquier cosa para sacar ventaja.
Así se juega uno de los torneos más antiguos del mundo. Cuando el partido es en casa, hay que sacar de la manga todo el repertorio de recursos para conseguir puntos, porque ir de visita suele ser una pesadilla.
Por eso cabe destacar la llegada de chivas a la final del año pasado, aunque hayan perdido con el Internacional de Porto Alegre. Lo mismo hizo Cruz Azul en el 2001, cuando disputó la final con Boca Juniors.
En el torneo actual, América y Jaguares de Chiapas están a tiro de piedra de los octavos de final. Las Aguilas comandan el grupo 3 con 9 puntos, con un partido por jugar. En su visita al Nacional de Montevideo, el próximo 20 de abril, al cuadro de Coapa le basta un empate para amarrar su boleto. Va a ser difícil, puesto que los uruguayos también buscan colarse a la siguiente ronda y saldrán con todo para llevarse el triunfo en el Centenario.
Por otro lado, los Jaguares visitan en la última fecha al Jorge Wilsterman, equipo boliviano que no ha sumado puntos. Los del profe Cruz llegan motivados luego de quitarle el invicto al Internacional de Porto Alegre, único clasificado en el grupo 6. Los de la selva pueden pasar incluso si pierden en Bolivia, pero sin que Emelec saque puntos en su visita al Inter. Así que para estar seguros, Jaguares tiene que ir por todas las canicas.
El otro involucrado, San Luis, está con un pie fuera de la copa, pero matemáticamente todavía pueden clasificarse a la siguiente fase. Lo malo es que le toca jugarse la vida con el líder y único clasificado en este sector, el Libertad. El duelo será el 19 de abril en el Defensores del Chaco, un escenario donde es difícil sacar puntos.
El panorama luce complicado en la siguiente ronda, pero Aguilas y Jaguares tienen argumentos para seguir incomodando a los sudamericanos. EC
