Elija una persona con experiencia en instalaciones. La instalación puede parecer simple, pero una buena instalación requiere del conocimiento, trucos y variaciones de cada sistema de seguridad y vehículo. Elija un taller que instale sistemas de seguridad de sólo una o dos marcas y que tenga sólo unos pocos modelos más avanzados. Después de la instalación revise el cableado añadido; asegúrese de que se usaron los mismos colores y conectores usados en otras partes del auto. Si se nota que son colores distintos, un ladrón los podrá identificar de inmediato para desactivar el sistema.
Exija que se hagan los ajustes necesarios. Es necesario hacer algunos ajustes en la sensibilidad del sistema, antes y después de la instalación. Asegúrese de que éstos se realicen, y sea cauteloso de los lugares donde le dicen que no se necesita de ningún ajuste. Cerciórese de que estos ajustes sean gratuitos y que estén cubiertos por la vida del auto o del sistema.
Adquiera el sistema de mejor calidad. Estos sistemas tienen menos falsas alarmas, aunque son más caros. Si elige lo más barato, podría pagar más tarde con las molestas falsas alarmas o un robo.
Qué buscar. Los sensores de choque son los componentes más importantes de un sistema de seguridad. Busque sensores de choque digitales, pues éstos dan a la unidad de control la capacidad de “filtrar” el patrón de onda de las típicas falsas alarmas. Elija un diseño que tenga el sensor de choque como una unidad separada. Estas dos características permitirán una mayor y más “inteligente” sensibilidad, sin falsas alarmas.
Otras alternativas. Además de la alarma, se deben utilizar otros medios de seguridad para prevenir los robos antes de que sucedan, y para impedir que el ladrón se aleje demasiado con el auto robado. Existe un sistema llamado LoJack que combina las características de un sistema de seguridad convencional con otro de rastreo global (GPS), que permite a la policía seguir la pista del auto robado y la recuperación del mismo.