¿Llanta ponchada? ¡Manos a la obra!

Puedes asegurar aún más el auto poniendo una roca, ladrillo, tronco de madera o similar en la rueda situada en diagonal a la que cambiarás.

El siguente paso es encontrar en tu auto la llave que te permitirá quitar los tornillos de la rueda. Suele estar situada junto a la rueda de repuesto o en el maletero. Junto a ella encontrarás el gato hidráulico que también necesitarás más tarde y la rueda. Pon los fuera del auto. Haz coincidir el hueco de la llave en cada uno de los tornillos de la rueda.

Probablemente no podrás desenroscar las tuercas manualmente, ¡no te asustes, no es que estés débil! Se debe a que estas tuercas se suele colocar con máquinas presión. Pero sí podrás desenroscar las tuercas haciendo presión con tu piel.

Divertido ¿verdad? Desenrosca nada más un poquito, lo suficiente para que puedas luego quitar las tuercas a mano. Ahora debes colocar el gato hidráulico en la correcta ubicación que el manual del auto indica. Si no cuentas con un manual, el área más segura para colocar el gato es unas 9 pulgadas detrás de la rueda delantera o delante de la trasera (dependiendo de cuál llanta sea la pinchada). Expande el gato manualmente tan alto como puedas. ¡Atención! Ninguna persona puede estar dentro del vehículo mientras elevas el auto.

Remueve los 5 tornillos a mano y colócalos en un lugar seguro. Quita la rueda dañada ¿Pesada? ¡Ya queda poco! Ubica esta rueda sin molestar al tráfico. No la ubiques aún dentro del auto, pues recuerda que éste al estar elevado es inestable.

Coloca la rueda de repuesto haciendo coincidir los agujeros con los tornillos que sobresalen. Coloca las 5 tuercas a mano presionando A MANO.

En este momento te puedes sentir casi casi realizado pero aún queda un paso más. Quita poco a poco el gato hidráulico y termina de enroscar las tuercas fuertemente con la llave y ayudado con los pies. No te olvides de enroscar fuertemente alguna de ellas.

Ahora sí que puedes presumir del trabajo realizado, no sin antes dar un par de vueltas alrededor de tu auto para asegurarte de que la rueda dañada, el gato, la llave, el manual del auto y otros objetos ¡o personas!, no quedan olvidados en el lugar.

¡Buen trabajo! Recuerda llevar la rueda dañada a arreglar pues generalmente la de repuesto es provisional. EC

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