¡Ayúdeme a sonreír!

La risa y la sonrisa son gestos muy humanos; medios de comunicación y de expresión que representan alegría, pero también otras manifestaciones psíquicas: buen humor, burla, gozo, sátira, etc. De cualquier manera, al reír es difícil hacer un gesto de violencia. Además, la risa y la sonrisa son contagiosas. ¡Contágielas! Así podrá frenar, primero en sí mismo, un afán violento.

Solamente el ser humano tiene una predisposición neuromuscular apropiada para reír y sonreír. Sin embargo, un punto de vista humano, hallaría que los perros son capaces de sonreír cuando están contentos, y lo hacen moviendo la cola. Se podría decir que hay un animal que sí se ríe: la hiena, seguramente por la similitud de mostrar los dientes y hacer sonidos similares a los de la carcajada humana. Cabe destacar que la risa de la hiena es interpretada como negativa y aparece como una muestra de hipocresía y de traición en quien la ponga de manifiesto.

Cabe anotar también que la risa puede tener varias dimensiones o grados según el tamaño de los movimientos y de la sonoridad producidos. Así se puede hallar: risilla, risita, sonrisa, risa, risotada, carcajada,… Todas pueden resultar válidas en este autocondicionamiento contra los afanes de violencia que «nos pide» el mundo actual.

La risa, en distintas formas, representa lo opuesto a la tristeza, lo contrario de la seriedad, de lo formal, de lo ceremonioso. Lo importante es que sea espontánea, sincera; no fingida ni forzada, para que haga el efecto de receta anti-violencia, tan deseada. Lamentablemente, la risa también puede ser una forma de agresión cuando representa una burla. De allí que la búsqueda debe ser para que se rían «con usted» no «de usted»… Ya encontrará la manera para lograr esto, y para alcanzarlo tendrá que empezar a aprender a reírse de «usted mismo»; es una saludable forma de autocrítica.

Para que no le haga daño cuando se ríen de usted, recuerde que de lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso; y llegar a la conclusión de que, más tarde o más temprano, aquí o allá, no hay en el mundo nadie que no haya sido objeto de burla, que no haya sido ridiculizado. Como usted o cualquier otra persona no pueden librarse de ser objeto de burla, es mejor estar preparado y tomar las cosas con naturalidad, sin apelar a la venganza.

«¡Necesito sonreír, ayúdeme!», parece ser el grito, sordo y profundo, no expresado de tanta gente, en el deshumanizado mundo que nos a tocado vivir. Ayude a los demás, ¡sonría! Al principio podrá costarle esfuerzo, pero se acostumbrará. Recuerde, hay que sonreír realmente, no hacer una mueca. Además, sonreír es GRATIS.

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