• El soñador. Vive en su mundo de fantasía. Bájele con suavidad de las nubes, para que no se dé el batacazo.
• El peleón. Para él no hay mejor argumento que un puñetazo. Enséñele que hay mejores formas de relacionarse.
• El preguntón. Todo lo quiere saber, incluso lo que no le interesa. Procure satisfacer sus curiosidades mientras pueda.
• El listo. Hace fantásticos negocios, pero cree que todo se compra. Enséñelo a ser generoso y sabrá cuanto vale un amigo.
• El rompe-corazones. No sabe lo que es el esfuerzo porque todo lo consigue con sus encantos. Si se deja seducir, ya sabe cual es el resultado.
• El chistoso. A veces tiene verdadera gracia y otras se hace el gracioso, a costa de los demás. No deje que le tome el pelo.
• El tímido. Desconfiado, introvertido, inseguro. Necesita quererse a sí mismo, y usted puede ayudarle a conseguirlo.