La situación es crítica y la responsabilidad debe ser compartida. No podemos seguir actuando con indiferencia
Luisa Fernanda Montero | 1 de julio de 2013
La violencia contra la mujer es un problema de salud global de proporciones epidémicas. Eso es lo que destaca el reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De acuerdo con la OMS, más de un tercio de las mujeres de todo el mundo son o han sido víctimas de algún tipo de violencia física o sexual.
La violencia no puede ser asumida, bajo ninguna circunstancia, como algo normal, como algo cotidiano, como algo que debemos aceptar por el simple hecho de ser mujeres. La violencia no es normal. No podemos permitirnos pensar o creer que merecemos ser violentadas. No podemos admitir ningún tipo de violencia en nuestras vidas. Siempre hay una alternativa.
La tradición machista que aun reina en muchas comunidades hispanas no puede ni debe ser admitida como justificación, cuando de maltrato se trata.
¿Cuántas mujeres escapan del maltrato de sus padres y hermanos para caer en manos de una pareja aun más violenta? De acuerdo con el estudio de la OMS, cerca del 35 por ciento de todas las mujeres experimentarán hechos de violencia ya sea en la pareja o fuera de ella en algún momento de sus vidas.
El estudio indica además que la violencia de pareja es el tipo más común de violencia contra la mujer, y afecta al 30 por ciento de las mujeres en todo el mundo.
El asunto del maltrato y la violencia intrafamiliar no es un asunto de pareja y puerta cerrada, es un asunto que concierne a toda la comunidad. La violencia genera violencia y es la manzana podrida que daña toda la cosecha. Por eso no podemos ser indiferentes.
Las víctimas deben saber que no están solas y encontrar el apoyo necesario para salir del círculo de violencia que las atrapa. Es válido recordar que las mujeres que han sido victimizadas –y sobreviven– tienen tendencias muy grandes a deprimirse, a volverse dependientes del alcohol o las drogas, a padecer enfermedades de transmisión sexual y a tener embarazos no deseados.
En caso de emergencia acuda a la policía. Para saber más, llame a la línea nacional para la violencia doméstica al 1-800-799-7233. La línea está a su disposición las 24 horas del día y atiende en español. EC
Información cortesía de La Columna Vertebral de La Red Hispana