Un poco de historia
High Desert es una de esas zonas de California con una historia particular y reciente, ubicada al norte del bosque de Los Angeles, en el corazón de una zona desértica pero con mucho encanto. De hecho, Hollywood se ha fijado en ellos, rodando notorias películas como “Bagdad Café”, “Macand Me” o la más famosa de todas, “Erin Brokovich”, protagonizada por Julia Roberts, que pasaba por allí todos los días en dirección a Hinkley.
Su paisaje es desértico y agreste, con temperaturas récord en verano y agradables en invierno. Tiene poca vegetación, pero pueden presumirde tener plantas exóticas como el Joshua Tree, el Scrub Oak, el Creosote o el California Poppy. Además, es tierra de expansión para los hispanos, la raza de mayor crecimiento en el área, con una población que se acerca a la mitad de los 300,000 que viven entre Antelope y Victor Valley.
Un paseo por Victor Valley
Victor Valley es quizá una de las zonas más nuevas de California, habitado por una gran cantidad de latinos dispuestos a vivir un poco más lejos a cambio de una mejor calidad de vida. Tiene cuatro poblaciones fundamentales, Apple Valley, Victorville, Hesperia y Adelanto, donde la densidad de población es considerablemente menor que en otras partes de Los Angeles.
Victorville es su ciudad más importante con una población de 107,000 personas, ubicada al sur del famoso desierto del Mojave, que además cuenta con un río del mismo nombre. Además de modernidad tiene su historia antigua, habitada en 1858 por un veterano de la guerra con México que sufrió malaria durante los combates y que se estableció en el desierto para venderle víveres y equipo a los buscadores de oro que atravesaban el Mojave.
Después ha generado historias como la de 1940, cuando los guionistas de “Citizen Kane” comenzaron a escribir la obra maestra de un motel de la ciudad. Además, tiene el atractivo de tener la Ruta 66 travesando por sus calles. En Victorville se han filmado gran cantidad de cintas: “Terminator III”, la más reciente.
También es recomendable ir a conocer Apple Valley, una localidad de 77,000 habitantes que recibe su nombre de la iniciativa de Ursula Poates, que a principios del siglo XX plantó tres manzanos en el patio de su casa convencida de que el desierto era una buena zona para su cultivo. Aunque ahora no hay manzanas, el pueblo se quedó con ese nombre.
Antes habían pasado por allí los indios nativos americanos y los españoles con sus misiones cristianas. Hoy en día es una ciudad orgullosa de sus 15 parques, sus dos campos de golf y su sistema de educación pública, con tres high schools y 10 colegios de educación básica.
Además, presume de tener un bajo índice de criminalidad y de tener precios muy asequibles para los que quieren acceder a una vivienda por primera vez. Y después está Hesperia, otra ciudad en plena ascensión y con oportunidades de trabajo para los que quieren una vida tranquila y próspera. Como atractivos, ofrece un gran abanico de opciones para los amantes de la aventura, con caminos para atravesar con motos de cross, pesca o natación en el río Mojave.
También tiene una historia cargada de eventos, con los indios como primeros pobladores y con el padre Francisco Garcés instalado con su misión evangelizadora, que actuó como guía para Juan Bautista de Anza, comisionado desde Arizona para inaugurar una iglesia en la zona del valle de San Gabriel, atravesando el desierto en el primer grupo del que se tiene constancia en los libros de historia.
Son localidades con sabor y en pleno auge, que han sabido sobreponerse a la recesión económica y que están cambiando con los tiempos. En un viaje hacia esa zona por la ruta 15, se pueden ver los molinos de vientos en el horizonte o descubrir las placas solares, aprovechando al máximo los recursos naturales de la zona. La energía eólica y la solar cotizan cada vez más como opciones de futuro, algo que está abriendo oportunidades para nuevos trabajos en el valle.
Hay trabajo y aperturismo para los que se quieran ir a vivir a una zona exótica y peculiar, un despliegue de encanto desértico.
