Las hemorroides son más comunes de lo que las personas piensan

El bolo fecal está compuesto por agua en un 40 por ciento, lo que hace que su consistencia sea blanda.  De no ser así, aparece el “estreñimiento”, un mal que ataca al 45 por ciento de la población y que tiene diversas causas, principalmente la dieta. Un consumo bajo de agua y de fibra propicia el estreñimiento impidiendo en ocasiones que una persona evacue por varios días o que la deposición sea muy dolorosa. Las personas que lo padecen presentan dolor abdominal que disminuye al evacuar.
 
Una persona con estreñimiento puede presentar o no hemorroides, sin embargo las dos afecciones se relacionan frecuentemente. La inflamación evidente y el sangrado color rojo intenso al momento de evacuar son signos de la inminente aparición de vasos sanguíneos inflamados alrededor del esfínter anal. 
 
En estadios leves e iníciales, las hemorroides producen picazón y dolor leve que cede con el paso del tiempo. Sin embargo, la inflamación y el dolor pueden ser incapacitantes; es en este punto cuando la mayoría de las personas consultan al médico u a otras personas con el fin de aliviar el dolor.  También es común el estreñimiento y las hemorroides en mujeres gestantes, debido a la alta demanda de líquidos (especialmente en el tercer trimestre de embarazo y posparto).
 
En menor proporción, las hemorroides son causadas por infecciones del colon, recto y ano, enfermedades hepáticas como la cirrosis o por prácticas sexuales que incluyen la penetración anal.

La mejor manera de solucionar las hemorroides es atacando su causa más común: la dieta. Además del agua, los alimentos ricos en fibra como: frutas, vegetales, verduras, salvado de trigo, la quinua y las infusiones de plantas como la linaza pueden ser un muy buen complemento.
 
Evite los alimentos altamente procesados como los embutidos, aquellos que tienen altos niveles de colorantes, cafeína o conservantes, los grasos y las bebidas oscuras en general. Lo anterior puede restringir algunos gustos gastronómicos, pero los beneficios son inmediatos.  La actividad física juega un papel fundamental, pues el movimiento facilita los movimientos peristálticos que realizan los intestinos al momento de la digestión y evacuación.
 
En casos más avanzados, se recomienda colocar en la zona afectada compresas con agua fría o bolsas de hielo y realizar baños de asientos fríos o tibios con acetato de aluminio en polvo.
 
Los médicos también sugieren empujar las hemorroides dentro del ano,  método que alivia el dolor y la inflamación.  Si después de utilizar estos métodos el problema persiste, debe asistir al médico para iniciar tratamiento, que puede incluir cremas, supositorios y en casos avanzados, cirugía.
 
Información proporcionada por ConCiencia News

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