En un informe publicado por el Public Policy Institute of California (PPIC) también se concluye que los inmigrantes no abarrotan las salas de emergencia del estado, de hecho, los californianos nacidos en el extranjero que no son ciudadanos estadounidenses se encuentran entre los menos propensos a acudir a las salas de emergencia.
En un momento en el que aquellos que formulan políticas a nivel estatal y nacional se concentran en la atención médica, el estudio de PPIC se enfoca a una parte clave del sistema. Muchos hospitales californianos han cerrado en la última década, dejando a los departamentos de emergencia restantes con más pacientes a tratar. Las consecuencias pueden poner vidas en peligro. Los departamentos de emergencia representan la red de seguridad de la atención médica para todos los californianos: están abiertos 24 horas al día y representan la única fuente de atención garantizada para personas sin seguro.
“Lo que vemos en muchas salas de emergencia son síntomas de problemas que afectan al sistema de atención médica en general y afectan a todos,” dice Shannon McConville, investigadora asociada de PPIC, co-autora del informe con la investigadora adjunta de PPIC, Helen Lee. “Si queremos reducir el uso innecesario de los departamentos de emergencia, necesitamos revaluar la posibilidad de que los pacientes encuentren proveedores de atención primaria y que puedan ser atendidos sin retrasos”.
Además, el estudio concluyó que aquellos que no tienen seguro son casi dos veces más propensos a acudir al departamento de emergencia que aquellos que tienen seguro privado, pero mucho menos propensos que los pacientes con Medi-Cal o Medicare. Esto probablemente es un reflejo de la cobertura de seguro de los diferentes grupos de edad: Medi-Cal cubre a muchos niños, mientras que los pacientes de Medicare tienden a ser mayores y a estar en condiciones de salud más delicadas.
Asimismo, se supo que los menores de 18 años representan un cuarto de las visitas a los departamentos de emergencia. Los niños cubiertos por Medi-Cal hacen más visitas potencialmente evitables a las salas de emergencia que los niños que tienen seguro privado o que no tienen seguro.
