Cuide sus Riñones

Los desechos de la sangre se forman a partir de la descomposición de los tejidos activos y de los alimentos consumidos. El cuerpo una vez que toma lo que necesita de los alimentos, envía los desechos a la sangre. Si los riñones no retiran esos desechos, se acumularían en la sangre perjudicando al organismo. Además de los desechos, los riñones liberan tres hormonas importantes para estimular la producción de glóbulos rojos, regular la tensión arterial y ayudar a mantener el calcio para los huesos y el equilibrio químico normal del cuerpo.

¿Por qué fallan los riñones?

Las dos causas de enfermedad de los riñones más comunes son la diabetes y la tensión arterial alta (hipertensión). Algunas enfermedades de los riñones son el resultado de factores hereditarios y otras pueden presentarse cuando el niño está todavía en el vientre materno. También las sustancias venenosas y los traumatismos (un golpe directo y fuerte en los riñones) pueden causar enfermedad renal.

Signos de enfermedad

Es posible que en las primeras etapas de la enfermedad de los riñones las personas no se sientan enfermas. Los primeros signos de enfermedad pueden ser generales: dolores de cabeza frecuentes o cansancio o picazón por todo el cuerpo.

Si la enfermedad de los riñones empeora, tal vez la persona necesite orinar con más o menos frecuencia que antes. Quizá pierda el apetito, sienta náuseas o tenga vómito. Las manos o los pies se hinchan o se duermen. Es posible que se sienta soñoliento o tenga problemas de concentración. La piel puede oscurecerse. La persona puede sufrir calambres musculares.

Detección del problema

Una de las primeras pruebas es a través de las muestras de sangre y de orina para determinar si la concentración de creatinina o de urea en la sangre es excesiva y si la orina contiene proteína. Otras pruebas son tomas de imágenes de los riñones y biopsia de los riñones.

Disminuya el riesgo

Converse con su médico acerca de cómo disminuir su riesgo de desarrollar enfermedad en los riñones. Estas pudieran ser algunas de las recomendaciones generales: Someterse a revisiones periódicas, seguir su prescripción para la diabetes o presión arterial alta (en caso de que las padezca), mantener un peso saludable, limitar la ingesta de bebidas alcohólicas, dejar de fumar, no ingerir grandes cantidades de medicinas para el dolor que se adquieren sin receta médica, hacer pequeños cambios en su dieta.

Si desea más información visite www.kidney.niddk.nih.gov

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