El segundo distrito escolar del país suplirá con naloxona a sus colegios tras la muerte de una joven de 15 años por consumo de fentanilo
Melanie Ramos compró drogas a dos chicos de su instituto en Hollywood y se metió después en el baño con su mejor amiga a consumirlas. Lo que creían que era Percocet, un analgésico con oxicodona, resultó ser una pastilla bañada en fentanilo, un opiáceo sintético cincuenta veces más potente que la heroína y cien veces más fuerte que la morfina. Heather Wheatley, su amiga, acabó tirada en el suelo inconsciente y despertó horas después. Ramos perdió la vida por la sobredosis. Tenía 15 años.
Su trágica muerte no ha sido un incidente aislado. Otros ocho estudiantes han sido víctimas de sobredosis de drogas en las últimas semanas en colegios de Los Angeles —siete de ellos en el Helen Bernstein de Hollywood, la escuela de Melanie—, una racha alarmante que ha llevado al segundo distrito escolar más grande del país a mover ficha. A partir de ahora habrá naloxona disponible en cada centro escolar público de la ciudad para revertir los efectos de los opiáceos en situaciones críticas como la que acabó con la vida de Ramos. La naloxona es un antagonista de receptores opioides altamente efectiva contra sobredosis si se administra de manera inmediata con un espray por la nariz o a través de una inyección.
“Tenemos una crisis urgente en nuestras manos”, señaló el superintendente Alberto Carvalho en un comunicado, justificando la disponibilidad del medicamento en colegios para “salvar vidas”. “Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para garantizar que ningún otro estudiante de nuestra comunidad sea víctima de la creciente epidemia de opioides”. Uno de cada siete estadounidenses informó haber experimentado adicciones en 2020. Hay ayuda disponibleAyuda disponible para recuperarse de las adicciones
Los casos de sobredosis en colegios han ido aumentando
La medida afectará a 1.400 colegios de primaria y secundaria de Los Angeles. Los casos de sobredosis en colegios han ido aumentando. Si hace 20 años los muertos estaban en torno a los 16.000 al año, 2020 se cerró con 68.000 y 2021 lo superó con creces: 107.000 víctimas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC).
Brian Hurley, director médico del Departamento de Prevención de Abuso de Sustancias del condado de Los Angeles, cree que estamos ante la peor epidemia de la historia de EEUU, un hecho que atribuye en gran parte a la proliferación del fentanilo ilegal fabricado en laboratorios clandestinos. En el mercado negro se puede encontrar como líquido o en polvo para mezclarlo después con otras drogas como cocaína, heroína o metanfetaminas y convertir la mezcla en pastillas muy similares por aspecto a opiáceos fabricados por farmacéuticas, las mismas a las que muchos señalan como las responsables directas de la crisis sanitaria.
Conseguirlas en barrios de ciudades como Los Angeles o Nueva York es relativamente sencillo y el precio es accesible. No es de extrañar que estén cayendo tantos adolescentes. En 2020 murieron 956 jóvenes de entre 15 y 19 años por sobredosis, de acuerdo a un estudio de la Universidad de California Los Angeles (UCLA). La Asociación Americana del Pulmón le ofrece varias razones para dejar el hábito del tabaquismo Es un hecho que dejar de fumar activa una serie de reacciones positivas en el organismo del fumador, pero a veces resulta muy difícil abandonar el hábito de encender un cigarrillo. El tabaquismo puede causar muchas enfermedades, incluyendo enfermedades del […]Esto pasa cuando deja de fumar
Según los expertos, es casi imposible detectar si las pastillas contienen fentanilo por su sabor o su olor. Y puede matar a una persona aunque la dosis sea pequeña. “Una sola pastilla mata”, dice al Los Angeles Times Lillian Carranza, capitana del Departamento de Policía de Los Angeles, que asegura que las llamadas píldoras bañadas en fentanilo son un eufemismo. “Es directamente fentanilo. No están mezcladas con fentanilo”.
La muerte de Melanie Ramos ha llevado al arresto de dos jóvenes de 15 y 16 años que presuntamente le vendieron la droga. Su madre está destrozada y no quiere hablar. El resto de su familia espera que circule el mensaje sobre el daño que puede causar el fentanilo para que la tragedia no se vuelva a repetir. EC