Obesidad infantil: más vinculada a los hábitos que a la genética

¿Es la obesidad infantil culpa del  estilo de vida o es que algunos niños, simplemente, están programados genéticamente para tener exceso de peso?

Los exámenes médicos de control de 1,300 alumnos de sexto grado en un programa de salud escolar de Michigan mostró que los niños que son obesos son más propensos a consumir el almuerzo que se ofrece en la escuela en lugar de traerlo de casa, y que pasan dos horas por día mirando televisión o entretenidos con juegos de video.

Los resultados, compilados por el Centro Cardiovascular de la Universidad de Michigan, señalan que los malos hábitos de salud son los que alimentan la tendencia de la obesidad infantil.

“En el caso del niño que tiene un enorme peso excesivo podría considerarse el examen genético”, dijo el autor principal del estudio Kim A Eagle, un cardiólogo y director del Centro Cardiovascular de la UM. “Para el resto, el incremento de la actividad física, la reducción del tiempo de entretenimiento delante de una pantalla y una mejoría en el valor nutritivo de los almuerzos escolares ofrecen una gran promesa para revertir las tendencias actuales de la obesidad infantil”.

El presidente Barack Obama promulgó recientemente la Ley de Niños Saludables y Libres del Hambre, para la creación de menús escolares más saludables para los 31 millones de niños en Estados Unidos que comen en los programas de almuerzo escolar.

La ley tiene el propósito de mejorar la nutrición reduciendo el contenido de sal, grasas y azúcar en las comidas escolares, y disminuir la obesidad infantil que se ha triplicado en Estados Unidos en los últimos treinta años.

La prevalencia de la obesidad entre los niños de Estados Unidos de 6 a 11 años de edad ha subido del 6,5 por ciento en 1980 al 19,6 por ciento en 2008.

De acuerdo con el estudio, el 58 por ciento de los niños obesos había mirado televisión durante dos horas en el día anterior, comparado con el 41 por ciento de los niños no obesos. El 45 por ciento de los estudiantes obesos siempre come el almuerzo escolar; en cambio, solo el 34 por ciento de los estudiantes no obesos come el almuerzo que ofrece la escuela.

Otro punto significativo es que son menos los niños obesos que hacen ejercicio regular, toman clases de educación física o son miembros de un equipo deportivo.

Dado que los patrones de alimentación y de ejercicio de los niños obesos resultaron tan diferente de los de sus pares con peso normal, los investigadores concluyeron que el estilo de vida está más vinculado con la obesidad infantil que la herencia genética.

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