La segunda parte de Planes llega a las pantallas por el verano, con Dusty Grasshopper concentrado en combatir incendios forestales
“Planes”, la cinta estrenada por Disney en 2012, no tuvo ni mucho menos el impacto del mundo de “Cars” del que surgió, aunque logró la suficiente empatía con el público infantil y de familia como para probar suerte con una segunda entrega, “Planes: Fire & Rescue”.
Esta vez el proyecto ha caído en manos de Roberts Gannaway, un director que ha trabajado con el productor Ferrell Barron y con el mismísimo John Lasseter, responsable de cintas como “Cars” y Toy Story”, como productor ejecutivo, manteniendo el sello de calidad del mundo animado de Disney del que ahora es una pieza vital.
El resultado es una nueva aventura de Dusty Crophopper, la avioneta para riego de campos en California que acaba convertido en un avión de carreras que logra ganar una emocionante vuelta al mundo en la primera película. Sin embargo, en esta segunda entrega de sus aventuras, que se estrenarán el próximo 18 de julio en Estados Unidos, el giro es radical, ya que Dusty (cuyo personaje encarna Dane Crook con su voz, averigua que una parte importante de su motor está dañado y que no puede volver a competir nunca más.
Aunque busca por talleres de todo el país, descubre que la pieza que necesita ya no se fabrica, por lo que acaba ayudando en labores de lucha contra incendios por un accidente fortuito.
De esa forma, la acción se traslada a un parque nacional, el Piston Peak Park, donde aprende todo lo necesario para poder apagar incendios. Dusty supone que lo suyo será una labor de apoyo, pero un gran incendio que amenaza con acabar con casi todo el parque le convierte en protagonista.
El final, como no podía ser de otra forma, es feliz, con la opción además de hacer una tercera entrega por cómo se desarrollan los hechos en la cinta. Gannaway, emocionado con su creación, no lo descarta, “aunque todo dependerá de si tenemos historia o no”, confiesa, con la única intención por el momento de disfrutar de lo conseguido después de cuatro años de intenso trabajo. EC
