El reparto es amplio y la historia curiosa y divertida, con altas dosis de comedia, romanticismo y un lado trágico de la vida, el que aporta el personaje que interpreta Gerard Butler, un guaperas en pleno ascenso en la meca del cine. Se trata de un ex futbolista escocés, George Dryer, que decide dejar atrás su carrera para regresar a su vida en Estados Unidos y recuperar la confianza de su único hijo.
Con padres divorciados, el pequeño sueña con que su madre (interpretada por Jessica Biel) se reconcilie con su padre, pese a que está a punto de volverse a casar, con el consabido lío sentimental entre ambos.
«Esta película está cargada de emociones», explica Jessica Biel, quien recientemente contrajo nupcias con el también actor Justin Timberlake. «Es un choque de fuerzas interesante».
Butler, por su parte, que ya tiene en su haber una importante colección de títulos amorosos con actrices estadounidenses, sabe que tiene por delante una meta importante como una de las máximas atracciones del pueblo, que ve con agrado la llegada de una antigua estrella del balompié europeo.
«Es uno de esos tipos que atrae a gente a su alrededor, tanto a hombres como a mujeres», explica el actor de 43 años. Lo dice porque enseguida despierta el interés de las madres maduras del lugar, como Catherine Zeta Jones en el papel de Denise y de Uma Thurman metida en el personaje de Patti.
El flirteo es constante aunque su objetivo es que su mujer le vuelva a considerar como un opción interesante para poder rehacer su vida familia junto a su hijo. «Quiere de una forma tan desesperada volver a ser parte de la vida de su hijo que no sabe cómo conseguirlo», explica Butler, quien además de protagonista, se ha metido de lleno en la cinta como productor.
“Playing for Keeps” es una película curiosa y fácil de digerir que llega a las pantallas en una época propicia para las películas románticas, un género que lejos de agotarse tiene siempre un sitio en la meca del cine, aunque la fórmula para contar la historia ya esté un tanto desgastada. EC
