La otra cara de la infidelidad

Es fácil criticar y juzgar al que traiciona y engaña pero… ¿qué hay de los eventos que empujaron a esa situación?

Becky Krinsky – Life Coach, fundadora de Recetas Para la Vida

Más allá de la visión tradicional en la que hay una víctima y un villano cruel o traidor, es conveniente entender la infidelidad desde una perspectiva más amplia, donde se puede ver esta acción como una señal de que algo está faltando en la relación.

La primera reacción que surge cuando ocurre una infidelidad es la sensación de que se ha perdido la confianza. Hay dolor, enojo, resentimiento y, sobre todo, una necesidad de encontrar culpables y hacer justicia. Sin embargo, al quedarse atrapado en cualquiera de estas reacciones, no se puede solucionar la raíz del verdadero problema y el motivo detrás de salir a buscar apoyo, atención o una aventura fuera de la relación.

La infidelidad puede ser vista como una oportunidad para reiniciar la relación, pero esto requiere un profundo trabajo de introspección y un compromiso mutuo para reconstruir la confianza y la conexión emocional que se ha perdido.

Pareja disgustada

Afirmación personal para cuidar y nutrir la pareja:

“Nos comprometemos a cultivar una conexión fuerte, a ser honestos el uno con el otro y a mantener una estabilidad emocional duradera. Juntos, construiremos un amor sólido y profundo que nos satisfaga plenamente, eliminando la necesidad de buscar fuera de nuestra relación. Estamos comprometidos con nuestro crecimiento mutuo, apoyándonos en cada paso del camino”. 

Cómo cuidar una relación:

1. El compromiso debe de ser más que una promesa, es una acción diaria que se cultiva. Prestar atención a las necesidades emocionales, físicas y sexuales de tu pareja. Esfuérzate por estar presente en la vida diaria de tu pareja.

2. La pasión, el amor y el cariño se renueva todos los días. Hay que estar presentes en los momentos difíciles y brindar apoyo emocional y afectivo cuando sea necesario, nada es definitivo hay que recrear el amor siempre.

3. Los problemas no se crean solos y no se resuelven ignorándolos. Hay que buscar soluciones mutuamente satisfactorias que eviten la escalada de discusiones negativas, hay que escuchar las opiniones, valorar las ideas y respetar las decisiones de cada uno.

Con información de www.recetasparalavida.com. EC

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