Silenciosamente

Fatigosamente
voy por la pendiente,
sin curar la herida que me abrió el dolor
Ni descanso nunca, ni apresuro el paso…
porque, al fin, bien pronto llegaré al ocaso,
con la vieja pena de mi viejo amor…

Prematuramente voy
por la pendiente,
con el fardo a cuestas de mi decepción
sin hallar ninguna juvenil terneza
que mitigue un poco la mortal tristeza,
la mortal tristeza de mi corazón…

Artículos que podrían interesarte

Suscríbete a nuestra newsletter

NO TE PIERDAS NINGUNA NOTICIAS

Compartir este artículo

¡Obtén tu dosis semanal de noticias!

Suscríbete a nuestra newsletter y recibe actualizaciones semanales del Mundial de Fútbol, así como de otros temas populares