Más vale prevenir…
• Evite el humo de todo tipo. No fume y no se exponga al humo de otros fumadores.
• Aléjese de olores fuertes. Como gases, perfumes, solventes, químicos, etc.
• Protéjase del frío. Trate de respirar por la nariz y cúbrase con un pañuelo o mascarilla de las que venden en las farmacias.
• No tenga animales con pelo o plumas en casa. Opte por peces u otro tipo de mascota.
• Prevenga el catarro o la gripe. Para ello, lávese las manos frecuentemente.
• Haga ejercicio regularmente. La natación puede ser una buena alternativa.
• Vaya al doctor y examínese regularmente. Un especialista puede ayudarle a mantener bajo control su asma y detectar a tiempo cualquier anomalía de la misma.
• Monitoree su asma. Esto le ayudaría a reconocer cuando los síntomas son graves y poder reaccionar a tiempo para prevenir o detener un ataque severo.
Tratamiento en casa
El paciente puede aprender a controlar los ataques de asma, por ejemplo revisándose las vías respiratorias con el uso de un medidor de flujo máximo (peak-flow meter), un aparato que le indica la cantidad de aire que puede soltar en cada exhalación. El uso regular de este aparato, podrá medir cómo va mejorando su habilidad para respirar. También es importante que aprenda a usar un inhalador, su doctor le puede indicar cómo hacerlo. Estos aparatos envían la cantidad correcta de medicina a las vías respiratorias. Además, se le recomienda tomar muchos líquidos para aflojar las secreciones mucosas de los bronquios.
Cuándo llamar al médico
Hay ocasiones en que es indispensable acudir al consejo de un especialista en casos de emergencia, como por ejemplo:
1. Ante la aparición de síntomas agudos por primera vez.
2. Si el problema no mejora luego de aplicar el tratamiento habitual, o si el ataque es muy fuerte.
3. Si la secreción que expulsa al toser cambia de color, sobre todo si se vuelve verde, amarilla o con sangre. Esto puede ser señal de una infección bacteriana.
4. Si usa más medicina de lo usual, puede ser signo de que su condición está empeorando. EC
