El delantero brasileño del Santos, Neymar, prepara maletas para su aventura en el viejo continente
Pepe Penales. Los Angeles | 24 de mayo de 2013
La oferta y la demanda. Muchos lo quieren. El se sigue dando a desear. Es el mejor jugador de América, pero su futuro está en Europa. Tiene 21 años y se llama Neymar.
El delantero del Santos de Brasil es codiciado por los mejores del mundo. Real Madrid, Barcelona y hasta el Bayern Munich han mostrado interés por el “Gallo”. Hasta ahora hay una oferta de 20 millones de euros sobre la mesa, proveniente del equipo catalán. Están en el estira y afloja, pero dicen los más allegados al habilidoso atacante que en el verano próximo se pondrá la azul y grana.
La directiva del Santos aumentó sus pretensiones. La del Barça no quiere dar más y al contrario, lanzó una advertencia. Si no lo sueltan ahora, podrían amarrar al jugador ofreciéndole 10 millones de euros para que juegue otra temporada con el club brasileño y salir luego sin que el equipo blanco cobre un solo centavo. Cosas del contrato que vence en el 2014.
No parece que llegará a tanto. Todo indica que luego de que la verdeamarela termine su participación en la Copa Confederaciones, Neymar estaría viajando a España para enrolarse con su nuevo equipo. Messi e Iniesta no quisieron adelantar mucho pero señalaron que sería una buena adición al engranaje del equipo. “Es un grandísimo jugador, si viene sería muy importante para nosotros”, afirmó Messi en un corto para ESPN.
En el diario Marca, por otro lado, Johan Cruyff mostró su desacuerdo: “No se deberían poner a dos capitanes en el mismo barco”, manifestó el legendario holandés en referencia de que el brasileño podría hacerle sombra al genio de Rosario.
Hasta ahora Neymar no ha dicho “esta boca es mía”. No tendremos que esperar mucho. El sabe que este es el momento de emigrar a otras latitudes. El diario brasileño O’Globo dijo en una nota que el hábil jugador del Santos ya habría firmado un documento de compromiso con el Barcelona. Lo que pasa es que no quiere enturbiar las aguas y piensa en dejar Brasil en paz con la hinchada local y nacional después de que termine la Confederaciones. Luego entonces lo podrá gritar a los cuatro vientos. EC
