“La gente no los conoce porque muchas veces un ataque cerebral no causa dolor”, dice Dr. Mark Johnson, un neurólogo de UT Southwestern Medical Center. “Pueden pensar que es algo normal”.
Preste atención a lo siguiente
Los síntomas son claros y se presentan repentinamente. Un ataque cerebral es una emergencia. Llame al 911 si usted o alguien cercano está sufriendo cualquiera de estos síntomas:
• Repentino entumecimiento o debilidad en la cara, el brazo o la pierna (por lo regular en un lado del cuerpo).
• Un inexplicable y severo dolor de cabeza.
• Dificultad para hablar y entender.
• Problemas en la visión (dificultad para ver con uno o los dos ojos).
• Pérdida del equilibrio, mareo y dificultad para caminar.
Si usted sospecha que alguien está teniendo un derrame cerebral, realice esta prueba sencilla de tres preguntas:
1. Pida a la persona que sonría.
2. Dígale que levante ambos brazos.
3. Pídale que diga una oración sencilla, como: “mi nombre es…”
Si la persona es incapaz de hacer cualquiera de estas tres acciones, podría tratarse de un ataque cerebral.
La prevención es importante
El mejor tratamiento es la prevención. Si un paciente es atendido a tiempo se pueden prevenir consecuencias serias como la parálisis en algunas partes del cuerpo o la pérdida parcial del habla, entre otras discapacidades potenciales. Según el experto, los ataques cerebrales se presentan en todos los grupos étnicos, pero el problema recurrente en algunos de ellos es la falta de detección a tiempo. “Vemos que desafortunadamente los grupos con menos recursos económicos son los que no tienen suficiente información y por desconocimiento no se atienden a tiempo”.
Los factores de riesgo que hay que evitar son:
La presión alta, la diabetes, los altos niveles de colesterol, el fumar, la falta de ejercicio, los problemas cardiacos y la diabetes. Si pone bajo control estos padecimientos reducirá significativamente las probabilidades de sufrir un ataque cerebral.
Información cortesía de La Red Hispana
