Un bebé prematuro es el que nace antes de las 37 semanas de gestación, y las estadísticas muestran que en Estados Unidos un 12% de bebés nacen bajo esta circunstancia; es decir, uno de cada ocho partos se produce antes de que el feto esté completamente formado.
Cualquier mujer está en riesgo de tener un parto prematuro, pero estos casos son más comunes en los siguientes tres grupos:
• Las mujeres que ya han tenido un parto similar
• Aquellas que esperan mellizos, trillizos o más bebés
• Las que presentan ciertas anomalías en el útero o en el cuello del útero
Posibles causas
Algunas condiciones médicas durante el embarazo pueden provocar que se incremente el riesgo de un parto prematuro. Estas condiciones incluyen: las infecciones urinarias, la diabetes, una alta presión arterial, la predisposición a trastornos trombóticos (coagulación de la sangre), el sangramiento vaginal, ciertos defectos de nacimiento en el feto, la obesidad y cortos periodos entre un embarazo y otro (entre 6 y 9 meses).
Qué hacer para reducir el riesgo
• Obtenga cuidado prenatal tan pronto sepa que está embarazadas y no deje pasar ninguna cita con su médico.
• No fume. Es mejor dejar el cigarrillo antes de quedar embarazada. También se le aconseja evitar el humo de segunda mano.
• No consuma bebidas alcohólicas.
• Si está tomando alguna medicina, consulte con su médico acerca de los efectos secundarios.
• Deje de usar hierbas como remedios caseros o suplementos vitamínicos que no han sido prescritos por su médico.
• Trate de reducir el estrés. Pídales ayuda a sus familiares o amigos. Descanse y relájese cada vez que pueda.
• Si está viviendo una situación de abuso doméstico busque ayuda. Haga lo necesario para protegerse usted y su bebé.
• Si siente dolor o ardor al orinar, probablemente tenga una infección. Llame a su médico inmediatamente.
Este artículo no pretende sustituir los consejos que sólo un médico le puede dar.
Para más información visite www.nacersano.org
