De momento, a Katherine Heigl se le acabó el rubio. Entra en la habitación del lujoso hotel de Beverly Hills con el pelo negro, como preparación para su próxima película en octubre. “Pero no se preocupen, que pronto volveré a ser rubia”, advierte la simpática actriz de origen alemán, que el próximo viernes estrenará “Killers”, una comedia de acción con ciertas dosis de James Bond y un poco de disparate clásico estadounidense.
Pese a la línea continuista con otras comedias como “27 Dresses” y “The Ugly Truth”, Heigl, que acaba de adoptar a una niña de Corea, asegura que la acción le ha beneficiado mucho en una cinta en la que brilla junto a un atlético Ashton Kutcher y a un experimentado Tom Selleck, una película de Robert Luketic que espera hacer una buena caja en taquilla.
¿Parece que oficialmente se ha convertido en la musa de Robert Luketic, ahora que son vecinos?
No sé si eso es cierto. Pero sí está confirmado que somos vecinos (dice celebrando el chiste).
¿Entre tanta comedia, no echa de menos el drama?
Un poco, especialmente después de ver unos capítulos de “Grey’s Anatomy” por accidente. Pero sí, soy una gran lectora y me encanta contar historias que inspiren una película, aunque últimamente quería hacer comedias. Me estaba tomando las cosas demasiado en serio. Me hacía mucha falta reír en mi vida y las comedias me dieron lo que necesitaba. La verdad es que me lo he pasado tan bien que me había olvidado de ese otro lado, pero leí un guión que voy a estar haciendo en octubre sobre realismo mágico, con mucha fantasía.
¿A qué se refiere con que se estaba tomando las cosas demasiado en serio?
No me tomo lo de la actuación demasiado en serio pero no debería decirlo (dice con sarcasmo). En serio, debo enfocar mi profesión como un trabajo aunque sea lo único que puedo hacer bien en realidad. Puedo cocinar, pero poca cosa más. Digo esto porque hubo momentos en los que no podía con el rechazo de otras personas en la industria. Así que ahora me presento, hago el trabajo y no me como mucho la cabeza. Había momentos en los que me deprimía un poco intentando meterme demasiado en el papel. Pero he cambiado. Había épocas en las que estaba un poco más defensiva y me hacía falta romper con todo eso.
¿No intentó recurrir a técnicas como el yoga o la meditación para relajarse?
Sí, lo hice. He tratado de meditar, pero soy muy mala. Me estreso porque no puedo vaciar mi mente. Me desespero y por lo tanto no me sirvió. Lo que funciona para mí son las distracciones, como ver televisión. Adoro ver la tele. Y mi lista es interminable. Estoy obsesionada con “Friday Night Live”, probablemente el mejor show de la tele, “Brothers & Sisters”, “30 rock”, “Modern Family”, “Cougar Town”.
Parece que lo de “Grace Anatomy” fue su última aparición. ¿Se lo esperaba?
Fue un poco deprimente porque entonces no sabía que era el último en ese momento. No creo que hubiera cambiado mi actuación de todas formas.
¿Explique cómo fue su infancia? ¿Tuvo un padre tan sobreprotector como el personaje de la película?
Para nada. Es un tipo muy calmado. Parece muy intimidante por la altura porque mide casi dos metros, pero es muy atractivo. Es un hombre muy animado además. Siempre ha tenido mucha fe en mí, así que nunca ha sido del tipo de padre que tenía que salir detrás de los chicos con una pistola.
¿Qué significa esta película en este momento de su carrera, más de lo mismo o una evolución?
No es como romper de manera revolucionario con todo lo anterior, pero tiene el beneficio de la acción, lo que lo convierte en una interesante progresión en todos los sentidos. He pasado de la comedia puramente dramática de “27 dresses”, hasta la más extremista y con un ángulo machista de “The Ugly Truth”. Y ahora hasta esto, con un escenario tipo James Bond.
¿Es la primera vez que mataba a alguien en una película?
De hecho no. Hace años maté a Chucky (risas en referencia a la cinta “La novia de Chucky” de 1998).
¿Está contenta de cómo ha evolucionado su carrera?
Desde luego. Doy muchas gracias por todo. Sobretodo porque ya no tengo que matar a Chucky. Hago las películas que quiero hacer.
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