El filme producido por el pastor Greg Laurie, líder de la megaiglesia Harvest Christian Fellowship, narra la historia del movimiento evangélico de los 60 en el sur de California
Con el paso de los años la fe ha ido perdiendo fuelle. Lo dicen los estudios. Cada vez hay más ateos, agnósticos, desencantados y un más que palpable alejamiento de cultos y dogmas tradicionales por parte de las nuevas generaciones. Esos mismos estudios lo atribuyen a la falta de evolución de iglesias como la católica, al machismo imperante, a los sonados y escandalosos casos de abuso de menores, o a los discursos caducos de sus instituciones. Jonathan Roumie es consciente de ello pero no pierde la fe en una remontada de la religión. Cree que el espíritu de Jesus Revolution, la cinta de Lionsgate que protagoniza y que se estrena el 24 de febrero, está más vivo que nunca.
Roumie, un actor neoyorquino de padre egipcio y madre irlandesa, se refiere a un movimiento evangélico cristiano que comenzó en el sur de California a finales de los 60 y que se propagó otras partes del país, Europa y Centroamérica. Ese gran despertar espiritual estadounidense, como lo bautizaron entonces, fue el germen de la que hoy es una de las mayores iglesias de Estados Unidos, la Harvest Christian Fellowship (Cosecha Compañerismo Cristiano).
Miles se han sumado a las cruzadas de Jesus Revolution
Esas cruzadas cristianas mueven masas y cuentan con miles de hispanos entre sus legiones cada año. La celebrada en noviembre del año pasado, con el pastor Greg Laurie a la cabeza —productor y autor del libro que inspiró el filme de Jon Erwin y Brent McCorkle—congregó en dos días a 51.000 personas en el estadio de los Angels de la liga de béisbol, en Orange County.
Laurie, junto con Roumie y Erwin, estuvieron presentes para hablar de una futura revolución y el actor protagonista de Chosen cree que puede volver a suceder. “Ya está pasando en las universidades de Kentucky, lo mismo que pasó hace 50 años”, dice en una entrevista con El Clasificado. “Es algo que bien podría volver a ocurrir de nuevo”.
Roumie hace de Lonnie Frisby, el joven que inspiró a miles al convertirse en una suerte de profeta hippie que ayudó a poner en el mapa a Chuck Smith, un pastor interpretado por Kelsey Grammer, conocido por sus papeles en Cheers y después en Frasier, el spinoff de la serie.
Roumie sostiene que “Dios y la fe están siendo arrancados de la cultura de una forma lenta pero sostenida”, algo que viene sucediendo en las últimas décadas. Culpa en parte a los medios de comunicación por tener “un efecto tan tangible en la cultura”. Eso combinado con “un entretenimiento cada vez más oscuro desde el punto de vista espiritual, está teniendo un enorme impacto en las nuevas generaciones”.
Roumie, ministro de la iglesia católica en la vida real, afirma que “los jóvenes están creciendo con la noción de que está mal rezar en los colegios, o hablar de su fe”, rodeados de “una caza de brujas” que incluye a Dios y a Jesús, “y eso no está bien”. El neoyorquino confía en que la película Jesus Revolution ayude a cambiar esas percepciones y hacer del mundo un mejor lugar.
