Atlas y Pachuca acabaron con dos grandes

Romario Ibarra celebra un gol de los Tuzos

El momento decisivo ha llegado para Atlas y Pachuca. Con dos últimos partidos se define quién es el mejor del torneo

Estamos en la recta final. Han llegado los dos contendientes al título. La emoción está a punto de alcanzar su punto máximo, especialmente para los aficionados de los dos equipos que esperan cerrar con broche de oro esta temporada. Después de 17 jornadas y la liguilla, hay que poner el resto para alzar la copa de campeón. Se dice fácil pero en el camino han quedado 16 equipos, batallas épicas y momentos de zozobra. Solo dos han quedado, Atlas y Pachuca, y uno de ellos saldrá con las manos vacías. Así es el futbol.

Los duelos de ida de las semifinales nos dieron la pauta para sacar algunas conclusiones. Por cierre de edición nos fue imposible saber cuáles avanzaron a la final, así que usted nos habrá de perdonar si el análisis se inclina hacia uno u otro lado.

Atlas dejó un gran sabor de boca. Dio una muestra de cómo se debe jugar un partido de esta magnitud. Aprovechó estar en casa alentado por su gente y sin temor alguno a los pergaminos de su rival, unos Tigres que se vieron como mininos. Los Rojinegros sellaron un 3-0 contundente. Todas sus líneas funcionaron como una máquina bien aceitada y al frente fueron rápidos y certeros. ¿Qué pasó con Tigres? Mantuvieron el mismo bajo nivel que en su serie contra Cruz Azul. Hasta aquí parecía que los Zorros se pusieron a tiro de piedra para buscar el bicampeonato. Pero ojo, faltaba el agarrón de vuelta. Con un Volcán en plena erupción, ¿pudieron los felinos lograr la hazaña de remontar?

Hablando de Tigres algo los apagó. No fueron el depredador de antes. ¿No se estarán avejentando? ¿Estarán pasados de soberbia? No hay que darlos por muertos, no con esos jugadores que tienen.

Aldo Rocha celebra el gol del pase a la final.

América dio un buen partido en su duelo de ida con Pachuca, pero se quedó corto. Un empate puso las cosas color de hormiga para los de Coapa, que pudieron haber sacado un mejor resultado en casa. Las Águilas tenían a su favor la experiencia en liguillas y en lograr títulos. Con el “Tano” Ortiz recuperaron equilibrio y se hicieron fuertes hacia el último tramo de la competencia.

Los Tuzos sufrieron en su visita al América, pero les alcanzó para sacar un empate. En la vuelta tuvieron que haber mejorado. Su feudo los envalentona en cada partido y más cuando hay un rival como el capitalino y un pase a la final de por medio. Era hora de demostrar por qué fueron los líderes del torneo y que su meta era llegar a la final… y ganarla. A estas alturas usted ya estará enterado si lo lograron y si es tuzo de corazón o antiamericanista radical, entonces estará festejando; si no, lo siento mucho pero ya será en otra ocasión.

La mesa está servida. Ahora toca esperar el desenlace de un capítulo más del futbol mexicano. En el camino quedaron los restos de lo que fue esta batalla que solo tendrá un ganador. Suerte para el mejor.