Querétaro, cuna del movimiento insurgente
Surgieron muchos movimientos a favor de la independencia, pero el más importante fue el que se fraguó en Querétaro, siendo sus autores los Corregidores Miguel Domínguez y su esposa Josefa Ortiz, a quines se les unieron Ignacio Allende, Mariano Abasolo y Juan Aldama, además de otros intelectuales, oficiales y parte del clero. Sabedor de que el pueblo mexicano era un fiel seguidor de la iglesia, Allende tuvo la idea de proponer al cura Don Miguel Hidalgo y Costilla para que éste convenciera a los pobladores de unirse a la causa.
El inicio de la lucha y su culminación
El movimiento de independencia se tenía planeado para que iniciara el 2 de octubre, pero ante rumores de alguna traición, se hizo necesario adelantarlo para el mes de septiembre. Entonces, ante el aviso de que la conspiración había sido descubierta, el cura Hidalgo decidió iniciar la lucha de inmediato. Así, cuando dieron las cinco de la mañana del 16 de septiembre de 1810 se llamó a misa y con los gritos ¡Viva México! ¡Viva la Virgen de Guadalupe! y ¡Muera el mal gobierno! se incitó al pueblo a levantarse en armas. A este suceso se le conoce como “Grito de Dolores”.
La culminación de este enorme desafío llegó por fin cuando el 27 de septiembre de 1821, Agustín de Iturbide, al frente del ejército trigarante -llamado así por las famosas Tres Garantías del tratado: unión (rojo), independencia (verde) y religión (blanco)-, hizo su entrada triunfal a México, nombrándose un día después el primer gobierno independiente.
Es por eso que la noche del 15 de Septiembre los mexicanos de todo el mundo se unen para gritar a todo pulmón «¡Viva la libertad!, ¡Viva la independencia!, ¡Viva México!».
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