Por otro lado, el informe británico arrojó que cuatro de cada cinco aves migratorias se ven amenazadas por problemas como la sequía o la desertización.
El calentamiento del planeta trae también graves consecuencias para las especies de otras latitudes, tan es así que un tercio de los lugares donde anidan las diversas tortugas del Caribe se verían inundados si el nivel de los mares aumenta medio metro. También podrían desaparecer las aguas poco profundas en las que vive la foca monje del Mediterráneo, los delfines, manatíes y otros mamíferos marinos.
Las ballenas, el salmón, el bacalao, los pingüinos y otras especies se están viendo ya afectados por los cambios experimentados en la distribución y la abundancia de kril y de plancton, que entran en su cadena de alimentación.
La construcción de pantanos como respuesta a la escasez de agua en muchos lugares, tiene también un impacto negativo en los flujos migratorios de los delfines de río de América del Sur.
La revista científica Nature alertó que hasta un 37 por ciento de todas las especies terrestres podrían desaparecer antes del año 2050.
Información proporcionada por ConCiencia News