Existen varios tipos de moho en las viviendas y entre los más comunes se encuentran los actinomicetos termofílicos y microspora faeni.
Estos mohos habitualmente crecen en la humedad, y junto a los excrementos de aves que las mascotas traen a la vivienda.
Los ácaros del polvo son organismos microscópicos que se alimentan de la piel descamada, se encuentran habitualmente en los colchones y en la ropa y también pueden provocar reacciones alérgicas en algunas personas.
Cuando se inhalan las esporas del moho, los síntomas de la alergia, como fatiga, náuseas, vómitos y otros síntomas similares al asma pueden desarrollarse en el sistema respiratorio y provocar estornudos.
Hay cada vez más elementos que prueban que no es saludable tener alrededor los mohos penicillium y aspergillus, que generalmente se encuentran en el interior de las viviendas y huelen mal, y el cladosporium, presente en el aire libre y menos oloroso.
De qué manera el moho ataca al cuerpo
Las sustancias denominadas ergosterol y glucano se encuentran en las paredes de las células del moho y pueden provocar síntomas similares a la fiebre del heno, como irritación ocular, ojos colorados y llorosos y congestión nasal.
El moho puede liberar compuestos orgánicos como el benceno y la acetona que se vinculan a las náuseas, mareos y dolores de cabeza.
El moho, al igual que otros organismos, no desea tener que competir por el alimento y la nutrición, y expulsa mico-toxinas para eliminar a competidores como la bacteria. Algunas mico-toxinas forman antibióticos útiles, pero otras pueden atacar células del cuerpo.
Control y eliminación del moho del hogar
La única manera de deshacerse del moho de forma permanente es deshaciéndose de la humedad:
- Arregle las pérdidas y filtraciones de agua, incluso cuando impliquen el diseño del jardín alrededor de los sótanos.
- Coloque plástico sobre el suelo en los lugares de difícil acceso y mantenga esas áreas bien ventiladas.
- Use extractores de aire en la cocina y el baño.
- Apague los humectadores si observa condensación en las ventanas.
- Use deshumectantes y acondicionadores de aire, especialmente en climas cálidos y húmedos.
Preste atención especial a las alfombras que están en suelos de hormigón. Use alfombrillas en áreas definidas, que se puedan levantar y lavar. También puede instalar una barrera a vapor sobre el hormigón.