Telefonitis: mal de todos

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FamiliaLa tentación está sobre la mesa. Hoy nos puede parecer mentira, pero el hombre y la mujer han vivido millones de años sin teléfono. Los seres humanos civilizados, se dividen en dos grandes grupos: los que odian el teléfono y los que no pueden vivir sin él.

Estos últimos, que son en realidad, los que nos interesan, forman un variopinto conjunto en el que se dan cita adolescentes, enamorados, amas de casa, ejecutivos y mujeres superficiales. Todos ellos -aunque lo ignoren y lo nieguen- padecen un tipo de adicción llamada telefonitis, que les convierte en esclavos de su aparato. A través de él mitigan su soledad, transmiten mensajes de amor, ganan y pierden dinero, comparten secretos y resuelven asuntos cotidianos.