¡Ayúdeme a sonreír!
Las autoridades y los medios de comunicación están preocupados por la escalada de violencia (verbal y física) que se presenta en nuestro medio, y preguntan qué hacer al respecto.
Entre lo que podía hacerse está el hecho de reír y sonreír, porque está comprobado científicamente que en un organismo humano no pueden convivir; es decir, hallarse simultáneamente la risa auténtica y la disposición a la violencia. Acostumbrarse a reír y sonreír puede resultar, aunque sea momentáneamente, un antídoto para la violencia.