«En Hollywood son pocos los que trabajan con independencia»

Pablo Scarpellini. Los Angeles | 24 de febrero de 2012
 

Fernando Trueba quiere volver a hacer ruido en Hollywood, aunque solo sea durante un fin de semana. Ya vivió en carnes propias la experiencia de ganar un Oscar por «Belle Epoque» en 1992, haciendo un homenaje al gran genio Billy Wilder, y estuvo tentado varias veces a quedarse tras rodar en Estados Unidos.

 

Pero al final le pudo más su amor por el cine de autor que los millones de Hollywood, «donde creo que es costumbre que te digan lo que quieren hacer. Hacer películas como quiere otro no merece la pena». Y eso es precisamente lo que ha hecho con su primera cinta de animación, «Chico & Rita», nominada a un Oscar en esa categoría junto a «Rango», «Puss in Boots», «A Cat in Paris» y «Kung Fu Panda 2».

 

Se trata de una historia de amor entre el pianista Chico Valdés y la cantante Rita La Belle, con dibujos de Javier Mariscal (el diseñador de la mascota de Barcelona 92) y un homenaje de Trueba al cine clásico americano, una propuesta con gusto y de corte intelectual que ha convencido a la Academia de Cine.
Ya ganó un Oscar en el 93.

 

¿Se siente consagrado en esta tierra?

No, nada consagrado. Eso es cosa de gente como Scorsese o Spielberg. Yo solo soy un director español que tiene la suerte de estar aquí con una película nominada.

 

¿Diría que lo de «Too Much», rodado en Miami, fue su intento deliberado de abrirse camino?

Era una película que había escrito con mi hermano David cuando era casi un niño, justo antes de «Belle Epoque», pero no conseguíamos financiarla. Hicimos «Belle Epoque», ganamos el Oscar y gracias a eso se abrieron las puertas para hacerla. Fue mi homenaje a las comedias locas y divertidas que siempre me han gustado, mi manera ingenua de hacer una película de risa.

 

¿No le quedó el vacío por no haber echado raíces?

Estuve muy tentado y tuve muchas ofertas en un momento, pero al mismo tiempo pensé, no sé si equivocadamente, que aquí te pagan por hacer lo que ellos quieren y son muy poquitos los que consiguen trabajar con independencia. Son cuatro. Hasta Woody Allen se ha tenido que ir a Europa a buscar dinero. En Europa hay más respeto al director como autor de la película, aunque ahora se está perdiendo.

 

¿Qué opina de los que se lanzan a venir a Hollywood?

Me encanta que la gente se vaya de su país, siempre que no sea por razones tristes. El mundo es pequeño y los que emigraban en los años 30 huían dejando atrás cosas duras. Hoy en día emigrar es divertido.

 

¿Por qué animación de corte intelectual?

Esta película surge de la admiración y mi amistad con Javier Mariscal. Me apetecía trabajar y hacer algo juntos. El origen es la amistad. Viendo la lista de precandidatas, me imagino que no esperaba entrar entre las nominadas. Impresiona bastante que no estén películas muy importantes como «Cars 2» o «Las aventuras de Tintín». Ahí te das cuenta de lo mucho que hemos conseguido.

 

¿Qué más tiene en el tintero que no hayamos visto?

Acabo de terminar una película que se llama «La artista y la modelo», la primera que ruedo en francés con Claudia Cardinale y Jean Rochefort, una película en blanco y negro, la más personal de todas las que he hecho. EC

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