Un crimen de odio en Estados Unidos es considerado un ataque o agravio motivado por las creencias, orígenes, raza, religión, orientación sexual, discapacidad o increpancias con ideología o filosofía de vida.
El uso de la palabra odio no se traduce, en este caso, como rabia, enojo o disgusto general.
En este contexto, odio significa prejuicio hacia una persona o grupo con características específicas definidas por la Ley.
¿Qué motiva un crimen de odio en Estados Unidos?
A nivel federal, las leyes para perseguir crímenes de odio incluyen crímenes cometidos por prejuicios hacia una víctima por las siguientes condiciones:
- Raza.
- Color de piel.
- Religión.
- Nacionalidad.
- Origen.
- Orientación sexual.
- Género.
- Identidad de género.
- Discapacidad.
En la actualidad, la mayoría de los Estados incluye leyes sobre crímenes de odio por prejuicios similares a las de nivel federal.
También se incluyen los incidentes de odio: actos de prejuicio que no son considerados crímenes y no involucran violencia, amenaza o daños a la propiedad.
¿Qué acciones se consideran un crimen de odio?
En este contexto, los crímenes suelen ser violentos, como: asaltos, asesinatos, incendios, vandalismo o amenazas de cometer cualquiera de estos delitos.
En algunos casos, no hace falta que no se cometan, si hay indicios de conspiración para cometer estos delitos o preguntar por alguna persona o grupo en específico para cometer cualquiera de los crímenes ya descritos.
La Primera Enmienda de Estados Unidos
De acuerdo con la Primera Enmienda de Estados Unidos, la gente no puede ser perseguida legalmente por sus creencias. La gente puede ofenderse o molestarse por creencias sin fundamentos o basadas en estereotipos, pero no son un crimen.
Lo mismo sucede con convivir o reunirse con otras personas con quienes se comparta el mismo punto de vista.
Sin embargo, la Primera Enmienda no protege de cometer crímenes solo porque una conducta está arraigada a creencias filosóficas.
