3 grandes barreras que impiden que los latinos víctimas ataques de odio denuncien

En Estados Unidos, solo 18% de los latinos víctimas de ataques de odio procede a hacer una denuncia o a buscar atención especializada.

Existen varios factores que evitan que las víctimas avancen legalmente en contra de sus agresores.

De acuerdo con datos recopilados por diversas asociaciones y agencias de seguridad como el Instituto Nacional de Justicia de EU y Victim Connect Resource Center, para los latinos hay varios factores que los hace no proceder legalmente.

¿Por qué los latinos víctimas de ataques de odio no denuncian?

Un ataque de odio y/o ataque racista es una agresión física o verbal motivada por prejuicios relacionados con religión, orientación sexual, lugar de origen, raza, entre muchos otros factores de discriminación.

Miedo y desconfianza

Por su origen y contexto, la mayoría de las víctimas de ataques raciales o crímenes de odio en la comunidad latina son inmigrantes. 

Quienes no tienen papeles para estar en Estados Unidos evitan, en la medida de lo posible, el contacto con autoridades de gobierno. En una situación así, prefieren aguantar los ataques sin decir nada para no poner en riesgo su estadía en el país.

Para quienes tienen algún tipo de visa, la interacción con autoridades suele ponerlos nerviosos. Además, la confrontación con ciudadanos estadounidenses es algo que buscan evitar.

Desconocimiento 

En encuestas realizadas por diversas universidades de Estados Unidos, coordinadas con el Instituto Nacional de Justicia, se detectó un problema de desconocimiento.

Para muchos latinos víctimas de ataques de odio, las agresiones verbales o insultos no las consideran suficientes para ir ante la justicia.

Lo que puede ser denunciado y no, es un tema complejo, principalmente entre la comunidad latina inmigrante.

Falta de recursos (tiempo y dinero)

A menos que sea algo grave, la comunidad de latinos víctimas de ataques de odio o críticas raciales no procede legalmente o no busca ayuda especializada.

Ya sea porque no le dan tanto valor a una denuncia de crimen de odio o racial (si no hay agresión física o destrucción de propiedad). 

O bien, porque no tienen el dinero para pagar abogados, preparar una denuncia y buscar atención psicológica para superar el trauma.

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