Picasso frente a Ingres, un homenaje con un siglo de por medio

Jean-Auguste Dominique Ingres tardó 12 años en pintarlo. Pablo Picasso tan solo dos días. Para el pintor francés el retrato de Madame Moitessier (1956) fue un encargo un tanto engorroso de un acaudalado comerciante que le apartaba de su verdadero interés: pintar cuadros de temática histórica, con el consabido prestigio que acarreaba. Lo fue dejando hasta que en 1844 aceptó el encargo, modificando el cuadro en varias ocasiones hasta alcanzar la perfección que impresionó a Picasso en una retrospectiva en 1921. El malagueño terminó por rendirle una suerte de homenaje en Mujer con un libro en 1932.  

Picasso-Ingres: Face to Face llega a California

Desde el pasado viernes, los dos cuadros están colgados en la misma sala, uno al lado de otro, en el museo Norton Simon de Pasadena. Un acuerdo con la National Gallery de Londres lo ha hecho posible, una exposición curada por Emily Talbot que estará en el museo californiano hasta el 30 de enero de 2023.  

El contraste es tan llamativo como lo son las similitudes entre ambos, la postura de figuras sentadas en un sofá y el gesto de la mano, la aparente intimidad de la escena, la fascinación de los pintores por las mujeres que retratan. Todo ello con casi un siglo de diferencia entre las obras, generaciones lejanas conectadas por la tradición pictórica del neoclásico, el interés por la anatomía humana, por la composición.  

Picasso Mujer con libro
Mujer con libro es una pintura de Pablo Picasso en la que tardó 2 días.

“El cuadro de Picasso se convirtió en un homenaje con el tiempo”, explica Emily Talbot. “Los cambios que introdujo lo hacen más una recreación que un remake, porque hay muchos elementos nuevos en su cuadro. Picasso estaba pasando por una etapa interesante. Acababa de cumplir 50 años, es el año de su primera retrospectiva, y tuvo la confianza de hacer una especie de remake”.  

“Picasso-Ingres: Face to Face” ofrece la oportunidad de estudiar con detenimiento dos cuadros únicos con historias curiosas detrás. Ingres (1780-1867), uno de los grandes exponentes del neoclasicismo francés, se quedó fascinado por la belleza de la mujer del comerciante de cigarros, Marie-Clotilde-Ines Moitessier. El marido tuvo que pagar una cifra importante para convencer al pintor para que aceptara el encargo.  

Madame Moitessier, pintura de Ingres
Ingres tardó 12 años en pintar Madame Moitessier.

En esos 12 años que tardó en completar la obra, Ingres varió diversos elementos, como el vestido de la Madame Moitessier. Comenzó trabajando sobre un atuendo amarillo pero al pasar los años la prenda parecía pasada de moda y cambiaron al vestido de flores que se aprecia en la obra. Se tomó además licencias como el reflejo en el espejo, que no tiene sentido desde un punto de vista de pespectiva, pero que muestra detalles del tipo de peinado de Moitessier.  

Picasso se tomó más licencias aún en su obra de 1932, un retrato de la que era su amante entonces, Marie-Therese Walter, una joven que le sirvió de inspiración en varias de sus obras. El maestro español construye su pieza con elementos cubistas inherentes a su estilo más conocido y lo hace en dos días, pese a las 20 capas de pintura que usó, según a los análisis posteriores con rayos X.  

Dos cuadros monumentales abiertos al público de Los Angeles, la historia de la evolución del arte entre dos siglos, entre dos maestros, una oportunidad que no se debe dejar pasar.  

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