El valor del beso

Una de las muchas maneras en que una madre expresa su amor están los besos. Una inscripción hallada en la mente infantil dice: «Me besas… luego existo» Un beso a sus hijos a tiempo, evita un castigo a destiempo. No conviene dejar para mañana, el beso que se pueda dar a los hijos hoy. Los hijos que reciben besos se sienten seguros del cariño de sus padres. 

«Creo que mi papá ya no me quiere porque ya no me besa» decía una chiquita de doce años. Así interpretaba esa omisión, porque es una de las pruebas del amor en plenitud, el beso demuestra cariño y respeto, y el bienestar familiar también se nutre de estos elementos. Si se pregunta a la gente cuál es el beso más puro, más desinteresado, difícilmente se hallará a alguien que no mencione al beso de la madre. De allí que al rato de comprar, el beso realmente valioso es el de la madre… todo lo demás es aire.