Cada año se reporta la desaparición de casi 1.3 millones de menores. Aunque la ausencia inesperada de un menor es siempre perturbadora, afortunadamente la mayoría de los menores desaparecidos regresan a casa en un período breve de tiempo. Sin embargo, este hecho no ofrece consuelo a los padres que aún desconocen la ubicación y condiciones en las que se encuentran sus hijos.
En el caso de los menores aún desaparecidos, es la tarea del FBI ayudar a encontrar a estos niños secuestrados. El buró cuenta con oficinas regionales a lo largo del país que funcionancomo puntos de contacto primario para quienes buscan ayuda. Pero la información a continuación podría ayudarte a comprender más acerca de cómo prevenir el secuestro por parte de un padre y qué hacer en caso de que suceda.
La prevención suele ser la mejor manera de evitar el secuestro por parte de alguno de los padres. Una enmienda reciente al estatuto internacional sobre padres secuestradores califica como acto criminal intentar extraer a un menor fuera de los Estados Unidos con la intención de violar los derechos de custodia de un padre.
Si sospecha que el padre o madre de su hijo ha tomado alguna medida significativa para llevarlo fuera de los Estados Unidos, como obtener un pasaporte para el menor, comprar un boleto de avión, o dirigirse al aeropuerto con su hijo en un intento aparente por abandonar el país, o ha manifestado alguna otra conducta que le haya hecho sospechar, contacte al FBI inmediatamente.
Piénselo bien antes de viajar a un país extranjero para rescatar a su hijo. Aunque piense que conoces el lugar en donde se encuentra su hijo y que puede rescatarlo fácilmente, la situación puede complicarse al llegar al país extranjero. Por ejemplo, el padre secuestrador podría haber solicitado la ayuda de una corte extranjera, que pudo haber emitido una orden de custodia a su favor, contraria a la orden emitida en la corte estadounidense. En esas circunstancias, retirar a su hijo de la jurisdicción extranjera podría resultar en sanciones civiles o incluso criminales en su contra, impuestas por la corte extranjera.
Además, ha habido situaciones en las que el padre secuestrador presenta cargos falsos de abuso infantil en contra del otro padre. El padre que ha sido victimizado puede ser detenido y posiblemente encarcelado al llegar al país extranjero en busca de su hijo. Sobra decir que si usted es encarcelada/o en un país extranjero, tendrá muy pocas posibilidades de ayudar a recuperar a su hijo. Incluso, los padres secuestradores que se sienten lo suficientemente desesperados podrían lastimar al menor o al padre que acaba de llegar para recuperar a su hijo. Todas estas posibilidades sugieren que si una persona acude a los canales oficiales para lograr recuperar a un menor, será menos probable que el menor secuestrado o el padre que ha perdido a su hijo resulten lastimados.
En caso de que hayan traído a su hijo indebidamente a los Estados Unidos, el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC, por sus siglas en inglés) ha creado un programa diseñado para reunir a los padres extranjeros que han perdido a un hijo con abogados que ejercen en los Estados Unidos.
Este programa, conocido como la Red Internacional de Abogados de Menores Secuestrados (ICAAN, por sus siglas en inglés) es un recurso valioso para padres que desconocen el sistema legal estadounidense, y puede ayudar en forma significativa a los padres extranjeros que buscan recuperar a sus hijos a través de las cortes de los Estados Unidos.
Para obtener más información sobre este programa, contacte a la División Internacional del NCMEC al 1-800-The-Lost (1-800-843-5678).
Para obtener más información sobre casos actuales de secuestro por parte de alguno de los padres y para ayudar a encontrar a estos menores, visite Padres secuestradores buscados por el FBI (https://www.fbi.gov/wanted/parent). Recuerde que puede contactar al FBI (https://www.fbi.gov/espanol/contactar) las 24 horas del día todos los días del año.
Información cortesía de Contenido Latino